Jaqueline había llegado hasta la habitación de Delfina cerca de las ocho de la noche, deseaba invitar a su amiga a cenar para distraerse, sabía que ella lo necesitaba después del día que había tenido; en realidad su objetivo era saber de boca de su mejor amiga lo que sentía con respecto a la actuación de Albert Baró durante el casting y el hecho que hubiese quedado como el favorito entre los actores.
No era curiosidad morbosa, solo buscaba que Delfina lograse aclarar sus sentimientos, la había notado muy perturbada por la presencia del español, si lo hablaba tal vez podía ver las cosas con mayor objetividad y no terminar ahogada en un vaso de agua. Aprovecharía que Josefina estaba ocupada por la gente de producción en el revelado de las fotos para hablar con total libertad.
—Hola Del, ¿cómo va todo? —la saludó en cuanto le abrió la puerta después del tercer toque.
—Todo bien, ¿por qué la pregunta? —inquirió de manera automática como si estuviese siendo juzgada.
—Relájate, solo preguntaba por cortesía, no tenes que estar a la defensiva conmigo amiga, sabes que estoy acá para apoyarte y comprenderte —contestó mirándola a los ojos.
— Ya lo sé... perdón Jackie, es solo que tengo tanto peso sobre mi espalda, la responsabilidad del casting, la presión del público pujando por sus favoritos... la presencia de Albert que lo empeora todo y por si eso fuese poco, también está Ignacio pidiéndome respuestas que quizás no esté preparada para darle y lo más probable es que él tampoco esté listo para escucharlas. Por no mencionar la famosa reunión que va hacer mi mamá cuando vuelva y tendrá seguramente por objetivo impedir mi viaje a Italia... que a la larga no sé si me estaría haciendo un bien, ya que de quedar Albert en el papel de Manuel, esos seis meses serán una verdadera tortura para mí, si con apenas verlo unos minutos hoy destrozó todos mis nervios, no quiero ni imaginar lo que le haría a mi estabilidad emocional si paso seis meses con el —mencionó para que su amiga tuviese una visión de todos los problemas que atravesaba.
—Del.. quizás te vaya a sonar demasiado despreocupado de mi parte, pero creo que te estás ahogando en un vaso de agua... —decía y tal como había imaginado, la miró con reproche—. No, no hagas eso, no me mires como si te hubiese golpeado, hablo en serio... lo primero que debes hacer es tener prioridades y la principal de todas sos vos. Olvídate de tu mamá antes que todo, siempre que metes a Susana entre tus cosas terminas haciendo lo que ella dice y no lo que realmente deseas.
—Ya lo sé, pero me cuesta mucho no ceder ante sus peticiones, y en éste caso creo que lo mejor sería escucharla y seguir su sugerencia...—decía cuando Jaqueline la interrumpió.
—Perdóname, pero lo suyo no son sugerencias, son imposiciones y ella no tiene ningún derecho a limitarte, ni a decidir a dónde vas y a dónde no, esa debe ser una decisión tuya y de nadie más, no sos su clon, sos su hija, un ser completamente independiente —indicó con firmeza y antes de que Delfina hablase para refutar sus palabras, elevó una mano deteniéndola con el gesto y continuó—. En cuanto a lo otro, Ignacio tampoco está acá, no lo tenes atrás de vos presionándote por respuestas, no estás obligada a dárselas y si él de verdad te ama debe respetar tu silencio. En verdad no lo entiendo, es el único hombre que desea que su pareja le cuente su pasado amoroso, la mayoría son tan celosos que ni siquiera quieren escuchar de éste aunque sea por error, ¿o por qué crees que la mayoría de los novios odian a las mejores amigas? Sencillo, porque ellas son como esa caja de Pandora que guarda todos esos oscuros secretos del pasado —acotó con una sonrisa y la mirada llena de picardía, eso hizo que Delfina sonriera también. La animó saber que iba por buen camino.
—Bueno ya ves que él no te odia, por el contrario le caes muy bien, seguramente no teme enterarse de mis oscuros secretos del pasado... El problema con todo esto, es que mi pasado ya no es tan pasado, volvio y parece estar dispuesto a apoderarse de mi presente, ya ves lo que le dijo a Jose.. la verdad no comprendo por qué está actuando así —esbozó dejándose caer en el sillón.
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Ríndete a mi.
RomanceAlbert Baró y Delfina Chaves guardan un gran secreto. Ellos esconden dentro de sus corazones un gran amor que se quedó detenido en el tiempo y en un espacio que durante tres meses los albergó y los llevo a vivir la más hermosa e intensa historia de...