-No estoy entendiendo nada de esto-Marta frena en seco, como si así las piezas del puzzle que intenta encajar en su cabeza, fuesen a dar con la respuesta-¿A dónde vamos exactamente?
Víctor les citó en su despacho, pero ambos estamos de acuerdo en que lo mejor es enseñarles el refugio directamente, así que sin apenas darles explicaciones les tenemos caminando por mitad del jardín.
-Marta, tú haz el favor de seguirme.
-¿Pero qué tenéis que decirnos que no podáis decir en el despacho?-interviene Javi, que también parece estar descolocadísimo-¿Estáis liados?Marta suelta una carcajada. Ella sabe todo lo de Alba pero a Javi no le había contado nada nunca, así que su cabeza ha pensado que si Víctor y yo tenemos que decirles algo, es que estamos juntos.
-¡No!-interviene nuestro jefe, con el ceño fruncido.
-¿Vais a echarnos? Nos despides y Natalia quiere darnos la noticia para que sea más llevadero.
-¡Marta, por favor! No digas gilipolleces. No os va a despedir nadie, pero tenéis que tener paciencia.Con un tirón de su brazo, les obligo a continuar con el camino hasta los baños, y luego hasta el cuarto de mantenimiento.
-Esto cada vez es más raro-comenta Javi casi en un susurro.
-A ver, chicos-antes de abrir la puerta/estantería, me giro hacia ellos-. Sé que es raro, creéme que lo sé. Pero tenéis que confiar en mí-hago una pausa, buscando las palabras-. Madre mía, no sé ni por dónde empezar.
-Me estás preocupando un poco-dice Marta.
-A ver. Yo confío en vosotros, os confiaría mi vida, lo sabéis, ¿verdad? Bueno, pues por eso estamos aquí. Sé que puedo confiar en vosotros y que vais a flipar y que os impactará pero me tenéis que prometer que os lo vais a tomar con calma para poder escucharme, ¿está bien?-ambos asienten, sus caras un cuadro de confusión, pero les hago prometérmelo antes de continuar.Con un suspiro, me doy la vuelta y siento la mano de Víctor sobre mi hombro, mostrándome su apoyo.
-Chicos, sobre todo escuchad, ¿vale?
Mientras él habla, activo el mecanismo que abre la puerta y, tras una mirada rápida a mis amigos, comienzo a bajar. Están tan descolocados que no hacen ningún comentario, simplemente caminan detrás de mí hasta que llegamos a la siguiente puerta.
-Natalia, ¿a dónde estamos yendo?
-Al Refugio-contesto, mi voz salpicada por los nervios, el miedo y la excitación todo junto.
-¿Qué refugio?
-Vosotros venid-abro la puerta y les descubro el hall, sin poder evitar acordarme de cuando yo misma estaba en su situación. Hace demasiado poco tiempo de eso, pero me da la sensación de que han pasado años.
-Venid por aquí-Víctor les guía hasta el mismo despacho acristalado en el que entró conmigo, al lado del comedor-¿Se lo explico yo o prefieres hacerlo tú, Natalia?
-Yo lo hago-me siento sobre la mesa que decora el despacho, dejándoles a ellos las sillas que hay-. A ver, siempre nos han contado lo mismo sobre el Exterior, ¿no? Que la gente de fuera son salvajes, porque tienen mal no sé qué gen y actúan de una forma violenta sin poder evitarlo.
-Sí-responden, casi al unísono. Marta está mirándome a mí, intentando descifrar lo que ocurre, y Javi observa a la gente que pasea por el hall a través del cristal.
-Vale, pues nos han estado mintiendo.
-¿Cómo que mintiendo?-Javi se gira hacia mí.
-Esta gente que veis-digo señalando hacia fuera- son gente de fuera, y ni son violentos, ni son salvajes, ni tienen la intención de matar a nadie.
-¿Todos estos son salvajes?
-No, Marta, no son salvajes.
-Bueno, pero son de fuera.
-Sí.
-¿Y viven aquí? ¿Todos?
-A ver-interviene Víctor-. Esto tiene tantos años como la Residencia, pero se construyó en secreto. El objetivo del Refugio es dar cama y comida a tanta gente como podamos, así que sí, más o menos viven aquí. Pero no todos. No sabemos si hay más refugios, nunca hemos encontrado otro. Quizás haya uno por cada residencia, quizás este sea el único que existe. No lo sabemos.
-¿Entonces esto es como un hotel para salvajes?
-Marta, por favor, que no son salvajes-la reprendo-. Y no exactamente. También está para ayudarles durante las redadas o una vez están presos dentro de la Residencia.
-¿Ayudarles cómo?
-Pues evitar que les cojan, sacarles de allí. Lo que sea necesario, y posible, para salvar a toda la gente que podamos.

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Sempiterno || Albalia
Fanfiction"-Nat, ¿tú crees en el destino?-Alba gira su cabeza, apoyada en mis piernas, hacia mí. -¿Y esa pregunta? -No sé. ¿No la contestas? -No sé si en el destino como tal-respondo, arrastrando la manta que cubre su cuerpo hasta su hombro-. Creo que eso es...