"Stolen kisses" One-Shot

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¡Ring, Ring, Ring!

La alarma sonó y Elsa deseó desaparecer. Mientras se incorporaba casi con pesar físico se palmeaba las mejillas intentando espabilarse, cuando pareció lograr su cometido dedicó unos minutos a repasar el desorden de su cuarto. Habían envolturas de comida, cucharas pegadas de helado y los tarros del mismo postre apilados en un rincón, entre muchas otras cosas que le daba vergüenza mencionar.

Las últimas semanas se habían resumido en llanto, comida y más llanto, era poco lo que dormía y deprimente lo que salía. Únicamente iba de su casa a la escuela y de la escuela a casa, nada más, a pesar de los desesperados intentos de sus padres y amigas para que saliera, de verdad no sentía ganas y francamente no tenía idea a ese punto de si fuese  a volver a tenerlas.

Estirándose, tomó su teléfono cargado de la mesita de noche a un costado de su cama y lo desbloqueó. Un par de notificaciones, dos llamadas que olvidó responder...

Pero absolutamente nada de él. Ni un mensaje, eso la decepcionó, aunque era de esperarse.

Sacudió aquellos pensamientos de su cabeza y se mentalizó nuevamente no pensar en los acontecimientos de dos semanas atrás, debía concentrarse en olvidar y seguir adelante.

Pero ¿Cómo olvidar aún con tanto amor y seguir adelante sin su principal motivación?

Sin duda no era tarea fácil, pero por ella misma lo iba a hacer. Respondió afirmativamente al mensaje de su mejor amiga preguntándole si pasaba por ella aquella mañana y se dispuso a darse una ducha. De camino al baño pasó junto a su escritorio y hesitando un poco, volcó hacia abajo una fotografía suya junto a un apuesto peliblanco, ambos sonrientes a la cámara en el cumpleaños número 17 del mayor.

Por un momento se sintió estúpida de no haber hecho aquello antes e incluso de haber dudado antes de voltear la foto para no verla, pero ni ella misma era alguien para culparse, se sentía vacía, y esa fotografía era de las tantas cosas de las que le costaba un mundo deshacerse.

Luego de la ducha, pasó por alto el maquillaje y optó por unas gafas de sol oscuras, no deseaba disimular aquellos enormes sacos oscuros bajo sus ojos con capas de maquillaje, pero tampoco tenía ganas de dejarlos a la vista. Terminó de vestirse y salió del baño encontrándose con Anna también saliendo de la habitación contigua a la suya. Le lanzó una de esas miradas lastimeras a lo que la rubia respondió con una mueca.

-Mérida vendrá por nosotras hoy, así que no te tardes mucho en comer- le avisó a su hermana con voz tenue, sin dejar de ser firme. Miró de reojo a la menor y esta asintió en silencio.

En la cocina estaban su madre y su padre dividiéndose las labores, mientras él se encargaba del café y algunos trastes, ella terminaba de servir el desayuno.

-Buenos días, mis amores- Iduna dejó dos platos y un beso en la frente de cada una.

-Buenos días- murmuraron ambas al tiempo, Anna más enérgica que Elsa.

-¿Hoy estará soleado y no me enteré?- pregunta su padre sentándose junto a ellas y llenando las cuatro tazas de café.

Elsa, perdida en su mundo, no escuchó lo que dijo su padre, hasta que sintió el codazo de su hermana que le susurraba por atención.

-Perdona, no te oí, ¿qué dijiste?- parpadeó varias veces intentando procesar.

-Que si hoy habrá algún pronóstico soleado del que aún no me entero- reiteró Agnarr dándole un sorbo a su café.

-Oh... ¿es por las gafas? No es nada, solo...- intentó buscar una explicación coherente sin éxito -nada, no es nada.

Sintió la mirada reprobatoria de Anna a un costado.

Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora