Narra Sara
Han pasado algunas horas y aun seguimos en esta casa, Aidan por su parte ha estado conversando a solas con su amigo.
Miro el reloj en la pared y noto que ya son las tres de la tarde. Mi estómago comienza a gruñir y empiezo a sentir también molestias en el brazo, involuntariamente hago una mueca de dolor y no me percato de que Aidan, viene en dirección mía.
—¿Te duele el brazo? —pregunta luego de sentarse al lado mío.
—Eh, no, no es nada solo es una pequeña molestia, pero estoy bien.
—No, lo creo, solo ya vuelvo voy a conseguir un analgésico para el dolor y algo de comida, ya debes tener hambre.
Yo asiento y esta vez no objeto, porque de verdad se está haciendo muy fastidioso el dolor y debo admitir que a pesar de todo he tenido mucha suerte no solo por haber logrado irme sino que además encontré a alguien que está dispuesto a ayudar a una extraña, aun sabiendo las consecuencias de eso, aunque en cuanto a su amigo no estoy segura que piensa al respecto de eso, pero las pocas veces que me ha quedado viendo, no lo hace con amabilidad, no me dice nada grosero o algo parecido, pero si es como si él me estuviera acusando por algo, veo como si de alguna forma con su mirada me estuviera juzgando por algo que hice mal.
No pasan ni siquiera diez minutos cuando Aidan, aparece nuevamente en mi vista.
—Tuve suerte que Nef, me dio los analgésicos y pues nos dio parte de su comida, así no tuve que salir. —Se acerca y me entrega un vaso con agua y en la otra mano el analgésico.
No creo que deba dudar en si consumirlo o no, si hasta ahora no ha intentado nada que me dañe no creo que lo haga esta vez, así que sin pensarlo más me tomo la pastilla.
—Gracias. —Es todo lo que tengo por decir.
—Ok, ahora ven acércate para que comamos un poco. —Me indica que lo siga hasta el comedor.
El silencio se apodera de nosotros y es un poco cómodo, bueno excepto por las veces en que nuestras miradas se cruzan.
Olvido por completo su presencia cuando muerdo por tercera vez la pizza, el sabor es delicioso y mi paladar sabe cómo disfrutarlo.
Una risa divertida llama mi atención y me hace quedar con la boca entreabierta y un pedazo de pizza en las manos.
—Vaya no pensé que tenías tanta hambre.
Su comentario me hace sentir un poco de pena, quizás no soy muy moderada en el momento de comer, es algo que aún no controlo muy bien. La comida es lo más importante para mí durante todo el día, me gusta disfrutarla tanto como pueda, ya que es algo que no hice mucho cuando era niña.
—No, espera mi intención no es haberte puesto incomoda es solo que me parece un poco gracioso la forma en la que comes, termina tu comida por favor, y disculpa. —dice cuando coloco el pedazo de pizza de nuevo en el plato.
—No, ya acabé, no te disculpes.
—Ok, está bien, yo también he terminado.
—Aidan, aquí tienes, esta arma te ayudará a protegerte, solo cuídate sí. —Aparece Nef, frente a nosotros y le entrega un arma a Aidan y este solo asiente.
Lo del arma no me parece una idea absurda puesto que, si es necesaria, pero esto me hace recordar que la que tomé ayer no la he visto, tal vez la perdí.
Aidan y yo nos levantamos de las sillas y damos las gracias a Nef, luego de eso salimos de la casa y emprendemos nuestro viaje, ¿A dónde? Aun no tengo idea, solo espero que sea un lugar seguro.

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Dark and Light
Misterio / SuspensoElla es un punto intermedio entre la luz y la oscuridad. Ellos son la perfecta combinación del bien y él mal. ¿Quieres saber que pasará en esta historia? Acompaña a Sara en su viaje lleno de incertidumbres, donde cada elección podría cambiarlo tod...