Dark and Light

Capítulo 28

Narra Noah

—¡Como diablos permitieron que se escapara! Son una partida de inútiles ¿Acaso no les advertí sobre ella? Les dije que debían tener mucho cuidado, que era muy astuta. —grito con furor, llegar y enterarme que Sara, se ha escapado ha sido la peor de mis pesadillas, como no pensé que algo así podría pasar, no pude venirme con ella en el mismo avión porque antes debía resolver algunos asuntos.

Tomo cada cosa que se encuentra en la habitación y comienzo a arrojarla por todas partes, tiro al piso algunos adornos de vidrio.

Mi ira va cada vez en aumento.

—Quiero que me expliques ¿Cómo pasó todo? Cada detalle sin omitir nada —exijo.

Él comienza a contarte poco a poco como fueron sucediendo las cosas y conforme avanzaba así mismo aumentaba mi enojo.

Mi temperatura comienza a subir y empuño tan fuerte mi mano que los nudillos comenzaron a tornarse blanco.

Pero ahora que me dice que ella está herida por la sangre que encontraron en los vidrios, aprieto fuerte la mandíbula y cojo el arma.

—¿Qué tan grave puede ser su herida?

—¿Acaso su salud es importante? —pregunta el hombre que tenía el cargo de cuidarla y mantenerla vigilada.

—¡Pues claro que lo es, imbécil! mi orden fue muy clara, tu no debiste despegar los ojos de ella en ningún momento. —Me acerco a él—. Estás muerto. —Miro a los hombres que están detrás mío y les hago seña para que se lo lleven.

Sus ojos no muestran miedo, no suplica por su vida y es algo hace tiempo atrás me había comenzado a fastidiar.

—Él se va enterar de esto. —dice antes de lo saquen de la habitación.

Giro mi cabeza hacia ambos lados para tratar de relajarme y me siento en el sofá y cruzo mis piernas.

—¿Qué más pasó? —pregunto al hombre encargado del hotel.

—Estábamos a punto de atraparla y —pausa con temor a seguir hablando—. le aseguro que la teníamos muy cerca, pero no nos dio tiempo de reaccionar porque ella subió a una moto con un hombre, el cual no pude reconocer y en vista que todo se nos estaba saliendo de las manos les hicimos unos disparos.

—Necesito saber ¿Qué más pasó?

—Quisimos seguirlos, pero nos fue imposible, no teníamos ningún vehículo cerca y ellos tomaron mucha ventaja por lo tanto no regresamos por el auto ya que hubiera sido inútil. Sin embargo, yo alcancé a ver el número de la placa de la moto. —Saca un papel del bolsillo y me lo entrega—. Es esta.

—¿Eso es todo? —pregunto.

—Sí señor, es todo.

—Muy bien, entonces necesito que de inmediato me averiguas todo sobre este hombre, datos personales, dirección, todo ¿Entendido?

—Como ordene patrón, ya mismo me pondré en esas.

—Espera. —Le ordeno y me levanto del sofá, empuño mi mano derecha y le doy un golpe en el abdomen. Él se retuerce y deja salir un quejido de dolor—. Reza para que no esté muerta porque de ello dependerá que tu sigas con vida. —Le digo al oído.

Él no me dice nada y sale de la habitación y le pido a los demás hombres que también salgan.

Te encontraré Sara, eso te lo aseguro, podrás meterte debajo de las mismas piedras si quieres, pero de mí no desaparecerás tan fácil. —digo en voz alta.

Sólo espero que no estés muerta, porque si es así, entonces se habrá desatado una guerra.

Él no tendrá compasión conmigo y yo le responderé de la misma manera.

Tomo el celular para hacer una llamada, la cual será una pieza clave para lograr dar con tu paradero, Sara Hudson.