Dark and Light

Capítulo 13

Ambos nos quedamos viendo y estamos en completo silencio.

Luego llega la muchacha con el desayuno. Una ensalada de frutas con unas tostadas y chocolate caliente es el desayuno de él.

Para mi hay cierta cantidad de cosas que me parece brutalmente exagerado, una bandeja super grande con diferentes platillos entre los cuales hay ensalada de frutas, tostadas, huevos, entre otras cosas y de bebida jugo de naranja, de fresa, y chocolate caliente.

—¿Qué es todo esto? —pregunto—, no estarán pensando que voy a comer todo lo que contiene esta bandeja.

—No es necesario que lo comas todo, es sólo que desconocemos tus gustos y por eso pedí que te trajeran diferentes cosas sólo desayuna lo que sea preferible para ti.

Suelto una risa sarcástica.

—¿Qué te parece tan gracioso? —incurre Noah.

—En realidad no hay nada gracioso aquí —comento—, pero me parece tan absurdo que mientras miles de niños y familias enteras se mueren de hambre allá afuera, yo tengo cierta cantidad de platillos de los cuales puedo escoger el que yo quiera para desayunar. Es ridículo todo esto y no quiero sonar mal agradecida, pero es mi forma de pensar.

—Sí, tienes razón, pero si te fijas en algo muchas de esas personas de las cuales hablas y dices compadecerte han tenido la oportunidad de tener una mejor vida, si ellos en verdad quisieran no vivir en la pobreza hubieran hecho lo imposible por ello, pero ¿Qué han hecho para cambiar su situación? Nada, absolutamente nada, muchas de esas personas están acostumbradas a ser conformistas y si hoy tienen para comer está bien y si mañana no tienen igual, algunos sólo se dedican a traer niños a este mundo sin poner un límite, sin importarles si tendrán para brindarles un buen futuro y es por esa justa razón que muchos niños padecen de muchas cosas hoy en día, entre esas de hambre. —Argumenta él.

—Acepto que en cierta parte tienes razón, pero tú que lo tienes todo y quizás naciste entre este mundo de riquezas, no puedes juzgar a esas personas que tiene tan poco, muchos luchamos y tratamos de sobrevivir en esta puta sociedad que lo único que hace es barrernos y pisotearnos cuántas veces quieran. —Me levanto de la mesa—. Hay muchas personas ahí afuera que prefieren tener para comer una vez al día que ser un maldito delincuente como tú, que sólo se dedica a vender drogas y quien sabe a que otras porquerías para ganar dinero y llevar al infierno a aquellos débiles como mi hermano —escupo.

El tema de la pobreza es muy delicado para mí, odio ver la forma en la que esté tipo de personas se expresan de nosotros, simplemente lo creen saber todo y piensan que siendo deshonestos es como se logra salir adelante.

Tristemente la sociedad está llena de políticos que en vez de tendernos la mano lo que hacen es quitarnos, entre esos también abogados, ingenieros, etc. Y aunque sé que no debería generalizar, estoy segura que son muchos los que empañan este mundo con políticas de mierda y promesas falsas.

Hasta este punto me encuentro muy exasperada, pero más me enfurece que Noah, no reaccione a mis palabras sólo se queda ahí sentado y lo único que hace es usar el tenedor para comer ¿Acaso es tan insensible?

Me doy la vuelta para caminar dentro de la casa porque no quiero seguir viéndole la cara.

—¿A dónde vas, no piensas desayunar? —cuestiona.

Ya falta poco para que yo pueda ingresar a la casa, pero se me ocurrió una niña idea, y digo niña porque realmente es muy inmaduro lo que tengo en mente por hacer.

Y pasa que me regreso y tomo el vaso de chocolate que para mí mala suerte ya no estaba caliente.

—¡Claro! Debo tomar mi desayuno, pero ya que toda esta comida es mía ¿Puedo hacer lo que quiera con ella? —incurro en lo que él asiente.

—Entonces deberías sentarte —expresa.

Yo le doy una risa de suficiencia mucho antes de echarle el chocolate que tengo en la mano en la cabeza y así termino arruinando parte de su ropa.

No puedo negar que la situación en el momento después de la ira me causa gracia, pero cuando ese hombre me mira parece el mismo demonio y lo único que se me cruza por la mente es correr, sí, que estúpida no, muy valiente y todo, pero al mismo tiempo cobarde.

Corro lo más que puedo, pero como era de esperarse justo antes de subir las escaleras Noah, me alcanza, me agarra por la cintura y de un solo tirón me pega a la pared.