Dark and Light

Capítulo 61

Todo este tiempo solo me he enfocado en lo que quiero y siento, más no por lo que han tenido que pasar los demás. ¿Qué clase de persona soy? ¿Hasta dónde ha llegado mi egoísmo?

La mujer sentada a un metro de mí me da una mirada de cansada y luego se levanta de la silla.

—Sabes que, Aidan, yo debo salir a resolver unos asuntos y regresaré más tarde solo cuídate sí.

Sus palabras al dirigirse a él mostraron preocupación, ella lo quiere ahora no tengo duda de eso.

—Después hablamos ok. —responde él y ella asiente.

Sus ojos otra vez se fijan en mí antes de salir de la casa y nuevamente siento ese peso en su mirada, enojo tal vez.

—Adiós, Sara.

Yo le di una sonrisa de medio labio y respondo lo mismo.

—¡Hola! Debes tener hambre. —me saluda Aidan, algo animado.

—Sí, la verdad sí. —Sonrío.

—Muy bien yo también debo salir ya sabes a que. Que tengas un buen día, Sara. —se despide Nef.

—Tu igual —respondo y Aidan le da un asentamiento de cabeza.

Luego que Nef, sale de la casa, Aidan me lleva hasta la cocina, yo digo que preparare la comida, pero él me insiste en que él es quien la va a preparar así que yo solo me dispongo a observar.

—¿Escuchaste algo de lo que estábamos hablando cuando tu llegaste? —pregunta él interrumpiendo el silencio.

—Solo lo último. —respondo un poco incómoda.

—Escucha, ellos solo están un poco preocupados por lo que está pasando, el problema no es contigo, me gustaría aclarar eso. —intenta ser persuasivo.

—No, está bien, comprendo que esto es bastante peligroso y pienso que tienen razón, ustedes no deberían y no tienen por qué ayudarme, yo sola soy quien tiene que solucionar esto. Mi intención no es seguir poniéndolos en peligro.

—Sí, eso lo tengo claro y yo mismo les pedí que si no se sentían cómodos se podían alejar de todo esto, pero insisten en seguir apoyándome, así que no te culpes por eso que ya ellos y yo tomamos una decisión. —Se acerca a mí con el plato de comida—. Toma espero que lo disfrutes y ya no hablemos más al respecto sobre eso ok.

Yo asiento y le recibo la comida, él se sienta del otro lado de la mesa quedando frente a mí y yo le di la primera probada a la comida, la cual no puedo describir muy bien, lo único que, sí sé con exactitud es que la mezcla de sabores hizo deleitar mi paladar, sin duda la comida está exquisita.

—¡Vaya, esto está delicioso, en verdad lo está! —No paro de saborear la comida y Aidan solo me mira divertido.

—Solo son algunos ingredientes mezclados, no puedo revelarte la receta. —Sonríe e inevitablemente me contagia a mí y le sonrío igual.

—¿Dónde aprendiste a cocinar así de bien?

—Mi padre, él era chef. —responde esta vez esfumando su sonrisa de la cara.

—¿Era? —fue inevitable para mí no preguntar.

—Sí, él falleció hace un par de años. —Esta vez no solo no sonrió, sino que desvió la mirada.

—Lo lamento y disculpa mi intención no fue hacerte sentir incómodo.

—Tranquila, no tienes por qué disculparte por todo. Él se enfermó de cáncer y esa fue la causa de su muerte.

—Que feo, y tu madre ¿Cómo lo tomó ella? —Dejo el cubierto en el plato y me quedo atenta esperando su respuesta, pero Aidan evade mi pregunta.

—Creo que deberías continuar comiendo, se va a enfriar la comida. —Me da una sonrisa obviamente forzada.

Yo asiento y prefiero no seguir preguntando, comprendo que no quiere seguir hablando y tal vez debe ser muy doloroso para él y su madre haber afrontado eso, por su expresión puedo notar además el aprecio que le tenía a su padre.