Capítulo 36

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—¡¡Aidan!! —suelto un grito cuando veo la mancha de sangre en su abdomen.

Giro mi cabeza y noto que él está aquí justo enfrente de mí a tan solo unos pasos, sus ojos son amasadores, su compostura es estática y muy tranquila, Noah, aprieto los puños a mi costado. También observo a un tipo que se encuentra a una distancia prudente cerca del lugar donde salimos y trae consigo un arma en sus manos.

Yo simplemente quedo congelada analizando poco a poco todo a mí alrededor, todo se paraliza para mí y digo para mí solamente porque las personas que se encontraban cerca están corriendo de un lado a otro intentando alejarse de nosotros.

En este momento solo tengo dos opciones, una es no hacer nada y dejar que suceda lo que tenga que pasar y dos intentar hacer algo y quizás fracasar en el intento. ¿Pero cuál se supone era la mejor opción? tal vez ninguna porque cual sea la que escoja sé que no voy a terminar bien.

—¡¡Vete!! —grita Aidan llamando mi atención, su voz suena un poco agitada pero poco despreocupada por su estado.

Salgo de mi estado en shop y camino hasta donde esta él, llevo su brazo sobre mi hombro.

—¿Qué estás haciendo? —Me cuestiona por no irme.

—No pienses que te voy a dejar solo.

—Que conmovedor, pero ya deberías dejar este jueguito estúpido Sara, y ven conmigo a las buenas. —Habla Noah, llamando nuestra atención.

—¡Eres un maldito, Noah! —escupo con furor.

Él ni siquiera se mueve y se ve muy despreocupado, aunque al mismo tiempo molesto.

—Es mejor que vengas conmigo a las buenas, Sara, no querrás empeorar la situación o sí. —nuevamente me amenaza.

—Está claro que eso no pasará. —responde Aidan.

Y unas carcajadas salieron de la boca de Noah.

—A sí y ¿Quién me lo va a impedir, tú? —fija su mirada en Aidan, con una vibra retadora.

—Tal vez no seré yo quien lo haga, pero ellos sí.

Noah frunce el ceño y comienza a actuar tan rápido como Aidan y yo lo hacemos al notar que unos tipos que han salido del lugar donde dejamos el coche comienzan a disparar contra Noah y el hombre que le disparó a Aidan.

Aidan, se apoya de mí y logramos cruzar la calle, y en medio del camino pare un coche, trato de pedirle amablemente al chofer que nos deje entrar, pero no lo permite, así que Aidan saca el arma del morral y le apunta haciendo que este salga.

Mientras intento encender el auto miro que en el lugar solo ha quedado una persona viva y ese es él, me queda viendo fijamente y con la mirada amenaza con encontrarme.

—Tranquilo todo va a estar bien. —quiero convencer a Aidan, de que no se preocupe, pero no es tan necesario porque es como si su cuerpo no estuviera herido, la sangre que recorre por sus manos mientras presiona su herida es mucha, sin embargo, su cara no es parecida a la de alguien cuando está en peligro de muerte o agonizando y tampoco refleja sentir dolor, aunque sí se nota un poco cansado.

—¡Diablos! ¿Qué se supone que debo hacer ahora? —grito mientras golpeo el volante.

—Toma, —Él me entrega un celular­— hay vas a encontrar el número de Tania, háblale y le dices que nos encontraremos en la casa tres, ella te explicara cómo llegar.

Asiento y hago lo que él me pide, y también le escribí a Nef, para que nos recoja unas cuadras antes de llegar a la casa para hacer un intercambio de autos, no podemos permanecer mucho tiempo con este coche ya que lo robamos.

ya estando cerca de la casa, Nef aparece y hacemos el cambio de autos. Él se miraba muy preocupado por la situación de Aidan, y me pide que conduzca más rápido.

Aidan está cada vez más débil, hasta este punto ha perdido mucha sangre, me preocupa mucho que no pueda salir de esta, hace poco murieron personas que desconozco por ayudarnos a escapar y ahora sus amigos están implicados en esto también por mi culpa.

Quizás no muestro ser muy agradecida o tal vez no lo soy, pero hacer lo que tengo pensado será lo mejor para muchos, ­—exhalo profundo— y sin duda será lo mejor para él. —freno el coche y miro la casa frente a nosotros y a Tania acercándose con una silla de ruedas, yo la puse al tanto del estado de Aidan,

Luego lo miro a él y quiero abrir mis labios para explicarle mis razones, pero lo único que alcanzo a pronunciar antes de que Tania llegue es:

—Gracias.

Él se muestra confundido.

—No lo hagas. —diceesforzando la voz y casi sin aliento como si entendiese lo que pretendo hacer.

Dark and LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora