Dark and Light

Capítulo 8

—Me puedes contar todo y explicar ¿Qué hago aquí? —suplico.

—Tendrás todas las respuestas que necesites saber, pero primero debes descansar, tienes una pierna lesionada y tus cicatrices necesitan sanar —explica él.

—¡No! necesito que me cuentes todo de una vez —exijo—, tengo derecho de saber ¿Qué paso conmigo y por qué me tienes aquí?

—Muy bien, dame tu mano para ayudarte a llevar hasta la cama y así estés cómoda.

—No, yo puedo hacerlo sola.

Ya estando desde la comodidad de la cama le pido que comience y luego esté se sentó del otro lado de la misma para dar sentido a todo.

—Anoche mientras Roger fue por ti yo estaba revisando unas cosas en el lugar y comencé a escuchar unos ruidos y gritos, entonces me acerqué a donde estaban ustedes y no me gustó para nada la situación que me encontré —suspira—. Roger, era uno de mis hombres de confianza, pero el llegar y verte tan indefensa y vulnerable me llenó de ira y tuve que usar medidas drásticas para que algo así no se volviera a repetir. Luego te tomé entre mis brazos, pero tú ya habías perdido el conocimiento así que tal vez por eso no recuerdes nada —explica él.

—Quieres decir ¿Qué no alcanzó a hacerme daño?

—No —responde.

Siento mucho alivio al escucharle decir eso, pero aun había algo que no entendía, ¿Por qué me salvo de ese tal Roger, si se supone que él quería hacer lo mismo conmigo? y si no entonces ¿Por le ayudo para que me secuestrara?

Aunque dijo además que ese Roger, era uno "de sus mejores hombres", ¿Acaso él era su jefe? Sigo sin entender muchas cosas.

—Ahora me tienes que decir por qué me secuestraron —interpelo.

—Tu hermano —musita—. Hace una semana lo estuve buscando porque me robo una mercancía.

—Cómo qué mi hermano —cuestiono—, qué tiene que ver Fabián, en todo este asunto.

—Tiene mucho que ver —afirma—. El punto es que está noche Roger, me informa que Fabián se encontraba en ese lugar y cuando yo llego ya lo tenían cautivo y antes que pudiéramos hacerle algo llega una persona y nos interrumpe para decirnos que tú lo estabas buscando. —Hizo una breve pausa—. Tu hermano me dijo que me podía quedar contigo a cambio de su deuda.

Realmente que quedo muy atónita ante lo que acabo de escuchar, no solo el hecho que mi hermano aparte de consumir drogas había llegado al punto de robarla, sino que también no le haya importado ni un puto comino lo que esos dos hombres fueran hacer conmigo.

—Lo que tú me quieres decir es que me han traído contra mi voluntad a cambio de la droga que te robo mi hermano y que de no ser así él estaría muerto en estos momentos.

—Fabián, nos ayudó muchas veces a repartir la mercancía y era muy bueno haciendo ese trabajo, hasta que un día defraudó mi confianza robándome y todo aquel que me traiciona paga con su vida.

—¡Eres un maldito! —grito en su cara, y sin importarme que llegase a lastimarme me lanzo sobre el con mucho furor—. Por tu culpa mi hermano se indujo más en ese puto vicio.

Pero no puedo más estúpida por tratar de enfrentarme a una persona que claramente me puede volver añico en unos instantes.

—¡Estás loca! —Grita él también y en un solo movimiento empuja mi cuerpo de espalda a la cama y queda arriba de mí mientras yo intento darle de patadas y manotazos—. ¡Ya cálmate, acaso no te das cuenta que gracias a mi aun sigues con vida y tu hermano igual!

—Vete al carajo, crees que esto es estar a salvo —murmuro mientras algunas lágrimas se escapan de mis ojos.

Él solo se queda ahí en silencio y me observa fijamente a los ojos y por más que en este momento solo quiero matarlo no puedo, pues no tengo la fuerza para hacerlo y por muy desconcertado que parezca me siento muy segura en sus brazos.