Capítulo 44

39 3 3
                                        

Antes de llegar a mí ella logra desnudarse por completo.

Fijo mis ojos en su cuerpo, su físico es atractivo, tiene las curvas casi perfectas, su cabello es largo y liso y sus labios rojos son muy provocativos, claro que todo esto a otro hombre lo podría volver loco, aunque no entiendo el por qué, si eso no es tan significativo.

Volteo la mirada a la laptop.

No logro comprender cómo mujeres como ella se creen valiosas por simplemente poseer un cuerpo atrayente, está claro que no soy el tipo de persona que cree en el amor o en esas estupideces, y mucho menos creo en las buenas personas, esas no existen, en este mundo muchos se hacen llamar así mismas personas generosas y de buen corazón, pero esas son solo máscaras, cosas que se cubren con adornos caritativos, como favores y regalos o supuesto apoyo emocional o financiero. Sin embargo, siempre hay algo más, siempre hay un interés de por medio, por eso no creo que existan personas de buen corazón, solo humanos con intereses y que para poder suplirlos están dispuestos a hacer cualquier cosa.

—¡Oye! Podrías dejar eso por un momento. —Cierra la computadora—. Mírame estoy aquí frente a ti desnuda y tú lo único que haces es seguir trabajando.

—Ya vístete y vete, no tengo tiempo para esto.

—Eres un aburrido, no sabes todo lo que tuve que hacer para poder ingresar a esta oficina. —responde con algo de molestia.

—Sí, está claro que muchos aquí no están haciendo bien su trabajo, tendré que tomar cartas en el asunto.

—Ay... me da igual lo que le hagas a esos empleaduchos, yo solo quiero que tengamos un poco de sexo, sí, y quizás así puedas relajarte un poco.

—Te ves tan mediocre rogando para que alguien se acueste contigo ¿Qué acaso no tienes dignidad? Dije que te fueras y sigues aquí insistiendo. —Ahora quien responde molesto soy yo.

—Eres un... —Hace una pausa—. ¡Ah...! —grita—. Yo solo quería verte, es que no entiendo porque me has estado evitando, antes por lo menos solo te quedabas callado y lo hacíamos, pero no entiendo que te sucede, actúas un poco extraño.

—Tengo asuntos importantes que resolver y no es obligación mía estar respondiendo tus mensajes, teníamos sexo porque tú venias por eso, pero no porque así lo deseara o porque yo así lo quisiera, solo vi que tenías una necesidad y yo solo te ayudaba a suplirla es todo, ahora quiero que te vayas.

—¡Eres un maldito! —intenta abofetearme, pero la detengo.

—No entiendo porque te ofendes si tu misma sabes perfecto que es así. —mi semblante es neutro.

—¿Qué rayos sucede contigo, por qué simplemente no tuvimos sexo y ya como otras veces? —Se queda pensando por un momento—. Oh, ya comprendo, tú... tú... a ti ¿Acaso te gusta alguien? —incurre bastante curiosa, y sorprendida, y yo sinceramente no me esperaba que me dijera eso y no entiendo porque dice esa estupidez.

—Eso es absurdo, no sabes lo que dices.

—Ok, esto sí que es sorprendente. —expresa con asombro y se va a donde está su ropa y comienza a vestirse—. Nunca pude imaginar que algo así te pudiera llegar a suceder a ti.

—Sigues con esa estupidez. —Me acerco a ella a pasos rápidos y la agarro por el cuello hasta recostarla a la pared—. No vuelvas a repetir eso que has dicho, entendido. —ordeno y ella solo asiente con algo de satisfacción en su rostro, luego la volteo y queda de espaldas a mí, meto mis manos en su camisa y se la quito de un solo tirón, bajo hasta el final de su falta y se la subo a la cintura.

Tiempo después...

—Ya obtuviste lo querías, ahora solo lárgate. —le digo mientras me acerco a mí escritorio y me abrocho la camisa.

—¡Espera! —Me detiene y después intenta besarme, pero yo aparto la cara—. ¿Por qué nunca me dejas besarte? Has tenido sexo conmigo varias veces per nunca dejas que toque tus labios ¿Por qué?

—Ya vete.

Dark and LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora