Capítulo 63

15 1 0
                                        

—Hola ¿Quién llama? —pregunta Carla repetidas veces al no obtener respuesta—. ¿Sara, eres tú? —Su voz suena desesperada.

—Carla, soy yo.

—Sara, por Dios ¿Estás bien? —La angustia en su voz es notable.

—Sí, no te preocupes y ¿Tú cómo estás?

—Que no me preocupe dices, por Dios no sabes la agustina que he vivido todo este tiempo. ¿Dónde estás?

—No puedo decirte dónde estoy por tu seguridad, solo quería saber que estabas bien. ¿Has sabido algo de mi hermano?

—Está bien, él está muy mal por todo lo que te está pasando, su desespero lo ha hecho cambiar un poco.

—Comprendo, tal vez no sea el único en haber cambiado —digo sin pensar.

—En serio ya dime donde estas, no puedo siquiera imaginar por lo que estas pasando además tu voz, algo te pasa.

En ese momento ambas notamos algo diferente, no sabíamos con exactitud que era, pero si lo sentimos, creía que volver a escucharla me podría ayudar a despejar mi mente, a reaccionar e incluso a encontrar un poco de paz en mí, sin embargo, lo único que se cruzaba por mi cabeza en ese momento era déjala ir. Sí al escucharla no puedo negar lo aliviada que me sentí, pero también pude comprender que la única víctima en todo esto no era solo yo, Carla, mi hermano el cual pensé por un momento era el culpable de todo esto, pero ahora solo puedo entender que ellos solo son una víctima más.

Tal vez no podre tener todas las respuestas en este momento y por mucho que Carla sepa sobre todo aquello que una vez me atormento, solo ahora sé que no es ella quien me ayudara a encontrar las respuestas que necesito.

—Carla ahora lo recuerdo, recuerdo el miedo que sentía, recuerdo el dolor por el que he pasado, y créeme si eso no me destruyó, seré fuerte para soportar lo demás. por favor cuídense y gracias por estar ahí, de todo esto lo único que mi corazón aprecia es saber que tú amor hacia mí ha sido sincero.

—Sara. —Son las últimas palabras que pude escuchar después de terminar con esa llamada.

¿Y ahora qué? era la pregunta que me carcomía. Luego esas palabras regresaron a mi mente eres su más preciada creación.

—¿Esta todo bien? Aparece Aidan llamando mi atención mientras que lo único que hago es fijar mi mirada en él y asiento mi cabeza sin pronunciar una sola palabra.

Dos horas más tarde después de haberme recostado en la habitación, entra una persona completamente desconocida y detrás del el Aidan. La habitación se puso tensa en ese momento y note como Aidan me gritaba con su expresión en el rostro un lo siento. Aun sin terminar de comprender la situación las primeras palabras que se pronunciaron en el lugar fueron las de aquel hombre que al mencionarlas no dejaron de dar vueltas en mi cabeza.

Fue entonces en ese momento que mi mirada y la de esa persona se interpusieron olvidando todo al rededor, nunca en mi vida había sentido algo tan real como lo que estaba sintiendo en este momento, y es tan contradictorio ya que al parecer el tiempo es como si se hubiera detenido, los pasos al caminar de aquel hombre mientras se dirigían hacia mí, eran como si jamás me fueran a alcanzar, sin embargo, al final la distancia entre ambos se hizo más corta y aquellas palabras volvieron a sonar.

—Hola, hija...

Dark and LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora