Dark and Light

Capítulo 58

¡Advertencia¡ Contenido fuerte.

—Vas a decirme que sucedió. ¿Si o no? Y no me salgas con que ya Noah me lo explicó todo porque no voy a creer esa mierda.

—Aún estás en problemas, bien es cierto que él nos dejó ir, pero hay otra persona, alguien que quiere hacerte mucho daño. —habla con voz de cansado, yo camino hasta donde él e intensifico mi mirada.

—¿Cómo que otra persona? ¿De quién se trata? —incurro—. Responde maldición ¿Quién es esa persona de la que hablas?

—¡No puedo decirte más! —brama—, Entiende, las cosas se han complicado más de lo esperado y lo que está sucediendo ahora es necesario para poder protegerte, pero tú solo estás aquí cuestionando todo, no tienes ni la más maldita idea de que tan grande es el problema.

—¡Entonces habla, hazlo ya carajo! Toda mi puta vida las personas me han manipulado a su antojo, todos siempre quieren sobrepasar mis límites, me mienten, me usan, me obligan a hacer cosas que no deseo. ¿Y sabes qué? Yo no lo pedí, no pedí nada de esto. —grito furiosa—. Estoy harta, entiende tú eso, haber dime ¿Cuántas veces tu madre te golpeó solo por placer? ¿Cuántas veces te fuiste a dormir solamente habiendo tomado agua durante todo el día? O ¿Alguna vez has sido abusado por un maldito, que, aunque tu no querías te obligaba cada vez que se antojaba? No, no puedes responder nada de eso verdad, no lo harás porque simplemente tu no lo has vivido, no sabes nada, no entiendes nada, no has pasado por todo lo que yo he pasado y ni siquiera me conoces. —Las lágrimas salen sin previo aviso, la adrenalina que corre por todo mi cuerpo y el nudo que muchas veces he sentido en la garganta se estaba volviendo cada vez más grande tanto así que ya se me dificulta hablar, mi respiración está muy descontrolada por lo que mis hombros suben y bajan.

Llevo mis manos a la cabeza y tomo un respiro profundo para tratar de controlarme.

—Necesito saber todo, eso es lo único que te pido.

—Entra y hablamos cuando estés más calmada, este no es el momento y nos estamos exponiendo al estar aquí afuera.

—No lo haré. —afirmo.

—Solo trato de protegerte sí, solo déjame hacerlo y no sigas cuestionando porque así no va a resultar nada fácil.

—¡Ya basta! Aún no lo entiendes, yo no necesito que tu ni nadie me proteja, no cuando ya no tengo vida, solo quiero respuestas, pero si no eres tú quien me las dará está bien entonces me iré y yo misma las encontraré. —Doy media vuelta y camino mientras seco mis lágrimas.

—Es tu padre. —Grita, Aidan.

Me detengo de inmediato y quedo paralizada por unos segundos, no pude articular ni una palabra, siento a mi corazón detenerse por un momento y las palabras que salen de la boca de Aidan son como flechas cayendo de todas partes llenas de fuego y que finalizan en mi corazón. El ardor que comienzo a sentir por dentro empieza a quemarme.

—Sé que piensas que tu padre murió cuando eras una niña, pero esa persona que murió y conociste como tu padre no lo era en realidad, él solo fue una víctima más de tu verdadero padre y la persona que recuerdas como tu madre tampoco lo era, ellos fueron sometidos a cuidarte. Y el hombre que te está buscando no lo hace para reconocerte como su hija ni pedirte perdón por lo que has pasado, porque en cierta forma toda tu vida ha sido planeada por él, por lo que él piensa que tú eres su... —Hice una pausa.

—¿Soy su qué, Aidan? —Mi voz se quiebra.

—Su más grande logro.

Sonrío sarcásticamente con lágrimas en mi mejilla. —Dices que soy su más grande logro, vaya mierda lo que me acabas de decir.

—Lo sé, es por ello que no quería que lo supieras, no tenías por qué enterarte de esta forma.

—¿Tú quién eres? —Me doy media vuelta y quedo frente a él nuevamente, su expresión se fija tensa y puedo notar como mantiene los puños apretados.