Dark and Light

Capítulo 34

—Sara, ¿Estás bien? —pregunta Aidan, con algo de intriga.

—¡Eh! Sí, estoy bien ¿Por qué lo preguntas?

Lleva una de sus manos hacia mi cara y seca una lágrima que ni siquiera me fije en qué momento salió.

—Si es cierto que estás bien, entonces ¿Por qué estás llorando?

—No, no estoy llorando eso pudo haber sido por algún sucio, sí fue eso, me callo en el ojo y me provoco esto, es todo.

Aidan no queda completamente convencido de mis argumentos, pero le tocará quedarse con lo que le he contado porque no pienso decirle la causa de que esa lágrima saliera.

—Ok... comprendo que no quieras hablar, pero tampoco pienso presionarte y mucho menos hacerte sentir incomoda, las razones por las cuales te hayas puesto así tan pensativa no deben ser nada agradables y el hecho de que tú y yo aun somos unos completos desconocidos lo complica todo, solo quiero que estés tranquila y que trates de relajarte un poco, te necesito aquí conmigo porque entre más lejos estés más compleja serán las cosas para nosotros y no queremos que eso pase, por lo tanto, para ello debemos pensar muy bien cómo vamos a actuar y cómo vamos a solucionar esto, ¿Estás conmigo?

Aidan tiene toda la razón porque el hecho que yo me pierda en mis pensamientos y me olvide de la situación en la que estamos no nos va a ayudar en nada, así que solo le doy un asentamiento de cabeza, no tengo ganas de hablar y creo que él lo entiende porque no vuelve a hablar, solo sigue conduciendo y yo trato de relajarme un poco.

—¡Sara, despierta!

—¿Qué sucede? —pregunto asustada por la manera en la que Aidan me despierta, ya que me había quedado dormida.

—Hace algunos minutos me di cuenta que un coche nos ha estado siguiendo.

—¿Cuál? —pregunto al mismo tiempo que giro la cabeza para mirar hacia atrás.

—El negro con.

—Mierda, son ellos, es él. —Aidan no había terminado de decirme cual era el auto cuando ya yo lo había reconocido y sí, sin duda alguna ese auto pertenecía a Noah.

—¿Qué sucede, reconociste el auto?

—Sí lo vi afuera del lugar donde me tenían encerrada, del cual escape.

—¿Está segura? Quizás estás un poco confundida y el miedo te puede traicionar, además ese día te veías muy asustada. ¿Cómo puede ser posible que te hayas fijado en eso?

—Sí lo estoy y aunque no lo haya mencionado antes, ese día observé muchas cosas como por ejemplo ese auto, tienes que creerme por favor y debes conducir más rápido, tenemos que. —no termine de hablar porque Aidan me interrumpió.

—Escucha está bien te creo, pero ya debes calmarte yo estoy seguro que si acelero un poco más ellos lo notarán entonces todo será más complicado para nosotros, por lo tanto, lo que debemos hacer es llevarlos a una vía donde haya bastante tráfico y de esa forma escabullirnos entre los demás autos.

—¿Estás seguro que eso funcionara? Y si por el contrario nos ponemos una trampa nosotros mismos.

—Debemos confiar en que será así.

—No lo sé, pienso que eso podría ser un poco arriesgado.

—Sé que sonará un poco absurdo lo que te voy a preguntar, pero hasta este punto siento que debo hacerlo y si tu respuesta es no, lo entenderé y haremos lo que tu propongas ok.

—¿Cuál es tu pregunta?

—¿Confías en mí?

—Tal vez mi respuesta sea un poco más absurda que tu pregunta, pero supongo que sí.

Hasta este momento de mi vida solo había confiado en una sola persona, Carla, sin embargo, ahora no solo estoy confiando en ella sino también en Aidan, tal vez no sé nada de su vida ni mucho menos que secretos guarda o que tan oscuro haya sido su pasado, pero las acciones que hasta ahora me ha mostrado me han hecho confiar en él.