Capítulo 52

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Frunzo el ceño al ver a Noah sentado en el sofá, no me esperaba esto, no pensé que tal vez él vendría.

—Oh no. —pienso en lo que hice anoche y hago una mueca en mi rostro involuntariamente.

—Por fin despiertas. —Noah, interrumpe el silencio.

—Por fin apareces. —respondo sin ningún gesto.

Él se inclina hacia delante y lleva sus antebrazos hasta sus rodillas, quedando tan cerca de mí que en un impulso me hecho hacia atrás.

—¿Por qué sigues usando mi ropa? —cuestiona mientras observa mi cuerpo y algunas partes de este que están al descubierto.

—Yo... —No sé qué decir al respecto así que respecto esa palabra dos veces y al no obtener una respuesta concisa por mi parte él abre sus labios para hablar, pero me adelanto y hablo yo primero.

—¡Te molesta que la use eh! Ok entonces ya mismo te la devuelvo.

Me levanto de la cama y empiezo a quitar botón por botón de la camisa frente a él, su cara está muy cerca de mi abdomen y casi que puedo sentir su respiración.

Cuando termino de quitar el último botón dejo caer la camisa al piso, de tal forma que llego a quedar desnuda ya la vista de sus ojos queda mi abdomen y mi parte intima.

De forma absurda mi respiración se va acelerando un poco y cada vez se me hace un poco difícil controlarla, pero tengo que mantenerme en esta postura, no puedo mostrarle que me he puesto nerviosa.

—Ahí la tienes, puedes levantarla del piso si eso es lo que quieres. —espeto.

Pero él no pronuncia ninguna palabra y hasta ahora no se si fue más que una estupidez mía haber hecho esto, aunque pienso que no debería sentirme incomoda ya que supongo me ha visto así muchas veces por medio de la cámara, bueno debo admitir que hacerlo en su presencia es mucho más complicado de lo que pensé.

—¿Qué intentas hacer con esto, Sara? —incurre él—. Acaso intentas provocarme. —dice estando en este momento de pie frente a mí.

—Yo solo hago lo que me pediste, te he devuelto tu ropa, es todo. —aclaro.

—¿Por qué no me ves a los ojos? —pregunta.

—Esto es absurdo. —bufo—. Yo no tengo por qué estar provocándote. —giro mi cuerpo para irme a vestir, pero él me detiene colocando una de sus manos en mi cintura.

—Eso no es lo que parece. —susurra cerca de mi oído.

—Suéltame. —ordeno molesta.

Este debe ser el momento en que tengo que salir de aquí, debo alejarme de él porque no se si esta vez podré ser capaz de controlarme, y aunque ya lo he intentado él no me lo permite, o al menos yo no he hecho lo posible para sacar la fuerza suficiente y alejarme ¿Por qué? No lo sé, pero si seguimos así no estoy segura de que pueda llegar a suceder.

—¿Por qué no eres sincera conmigo de una vez por todas? Vamos dilo, di que me deseas. —Esta vez hablo mucho más cerca de mi oído y va arrastrando mi cuerpo poco a poco más hacia él.

Yo inclino un poco mi cabeza hacia atrás y dibujo una sonrisa en mi rostro. —Eso jamás va a suceder, no puedes obligarme a decir algo que es obvio que no siento.

—¿Estás segura de eso? —Me deja frente a él nuevamente—. —¿Entonces si yo hago esto, no sentirías nada? —sube su mano lentamente hasta llegar a uno de mis pechos.

—Yo... yo no siento nada. —miento.

Entonces él comienza a hacer círculos alrededor de mi areola.

—Noah, para. —ordeno, pero es como si mis palabras fueran vacías, y salen de mi boca sin ningún poder en lo absoluto, debido a que lo que en verdad quiero no es que se detenga, sino que continué.

Dark and LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora