Dark and Light

Capítulo 23

—Ayuda —tartamudeo—, Por favor ayúdame —suplico cuando al fin logro articular.

Noto una evidente confusión en el rostro del chico que frente a mí se encuentra.

—Hey tranquila, cálmate un poco si, solo trata de relajarte un poco. —él se acerca y sostiene mis brazos de una forma gentil— ¿Qué pasa, de qué manera te puedo ayudar? —incurre muy curioso y detalla mi rostro por la forma en la que me mira.

—Por favor ayúdame. —Giro hacía atrás para ver si esos hombres están cerca y es un alivio notar que no—. No dejes que me atrapen —se quiebra mi voz.

En vista que él no reacciona y tampoco me dice más nada, lo único que me queda por hacer es seguir corriendo hasta hallar otra manera otro escape más seguro.

Levanto mis manos para secar mis lágrimas y doy un paso hacia atrás para soltarme de él.

Su mirada baja de inmediato a mi brazo y yo la sigo, es tanta la adrenalina que siento por todo mi cuerpo que no me había fijado que estoy lastimada, el haberme lanzado de esa forma por la ventana hizo que me cortará el brazo, sin embargo, nada de eso me importa lo único que me preocupa ahora es en no dejarme atrapar, no otra vez.

Por eso desvió su mirada y con la cabeza gacha camino por su lado, pero cuando estoy más cerca me toma por el brazo.

—Espera, no puedes seguir así, mírate, estás herida.

—Lo sé, pero tengo que irme rápido. —mi voz suena cansada.

—Ven conmigo, yo te ayudare.

No logro responderle porque dos tipos llaman nuestra atención.

Sí, ellos.

Mi estabilidad nuevamente se pierde y él parece notar el miedo en mis ojos.

Éste chico actúa rápido subiéndose a una moto que esta cerca de nosotros, me pasa un casco y me pide que me suba de inmediato.

—¡Agárrate fuerte! —grita antes de acelerar.

Yo me coloco el caso de rapidez y rodeo su cintura con mis manos.

—¡¿Demonios?! —expresa desconcertado por los disparos que nos están haciendo—. ¿Por qué te disparan? —interroga.

—¡Sólo acelera por favor, después responderé a todas tus preguntas sí!

Después de escuchar mis palabras, él acelera aún más.

Independientemente de lo maltratado que se encuentra todo mi cuerpo, siento un poco de alivio porque lo estoy consiguiendo, me estoy alejando de ellos. Sin embargo, el dolor se comenzaba a hacer cada vez más presente, observo mi ropa del lado izquierdo y está estaba toda manchada de sangre, me siento bastante débil pero no puedo permitirme decaer, no ahora.

Jadeo de dolor varias veces, porque cada vez se hace más insoportable el ardor que siento.

—Debemos ir a un hospital, no te ves para nada bien y has perdido mucha sangre y si no te revisan lo más pronto posible podría llegar a ser peor —advierte él mientras disminuye la velocidad de la moto.

—¡No! Por favor no lo hagas, no puedo ir a un hospital, tal vez ya se han dado cuenta que estoy herida y en los primeros lugares a donde irían serán esos, por favor no. —ruego.

—Maldición ¿Qué se supone que debemos hacer entonces?

—Sólo déjame en cualquier parte, ya estamos lejos y yo misma encontraré la forma de cuidarme, te agradezco mucho lo que has hecho por mí.

Él disminuye por completo la velocidad y frena la moto.

—¡Esta loca! No puedo dejarte en ese estado, podrías morir. —gira parte de su cuerpo y me mira cuestionando.

—No tienes por qué preocuparte, ya has hecho mucho por mí. —sostengo.

—No debería, pero desde el momento en que decidí ayudarte te has convertido en mi preocupación. —Se quita el casco y desordena su cabello con sus dedos—. ¿Qué hacemos? No puedo llevarte a mi casa porque lo más probable es que hayan captado la placa de la moto y no sé qué tipo de influencias tendrán, pero es una buena fuente para encontrar mi dirección y algunos datos. Solo no te preocupes no te voy a abandonar a tu suerte, ahora ambos estamos metidos en esto, así que contaras conmigo, aunque eso me cueste muchas cosas. —me mira y asiente, en lo que yo también lo hago.

—Por cierto ¿Cuál es tu nombre?

—Sara. Sara...

Voy a decir mi apellido, pero me detengo y no lo hago.

Él me esta ayudando, pero entre menos sepa de mi será mucho mejor.

Antes de que él vuelta a preguntar algo más abro mis labios para preguntar su nombre y un mareo espontaneo me lo impide, mi vista se está tornando borrosa y todo a mi alrededor comienza a verse oscuro, trato de hablar, pero es como si me estuviera quedando sin fuerza.

—Sara. —son las palabras que escucho repetidas veces a una gran distancia, o es solo que me estoy quedando dormida.