Aidan se acercó lentamente, su mirada fija en Noah, pero parecía distante, como si todo lo que estaba pasando fuera solo un eco lejano para él. Yo, por otro lado, no podía dejar de temer que, al final de todo esto, su traición fuera una mentira disfrazada de salvación.
—Tienes que confiar en mí, Sara —dijo, su voz finalmente suave, sin la furia de antes.
—¿Confiar en ti? —repetí, un poco más fuerte de lo que pretendía—. ¿Qué quieres que confíe? ¿Que todo lo que has hecho ha sido por mi bien? ¿Después de todo lo que hiciste?
Aidan no contestó de inmediato, solo miró a Noah y luego volvió a mirar al hombre que estaba trabajando para salvarlo. Finalmente, sus palabras llegaron, como un suspiro roto.
—Solo quiero que Noah viva. Necesitamos que viva para que todo lo que hemos hecho no haya sido en vano.
Su confesión me dejó helada. No sabía si confiar en él, si sus palabras eran las que realmente quería escuchar o si eran solo un intento de redención tardío. Además, ¿cómo es que él y Noah habían llegado a hacer un plan? ¿Cómo es que terminaron en una alianza que no podía comprender? Aidan, ¿cómo pudo llegar a relacionarse con Noah y ese hombre... mi padre? Esas preguntas no dejaban de atormentar mi cabeza.
El hombre terminó de ajustar los equipos y se levantó, dirigiéndose hacia nosotros con una mirada grave.
—Lo hemos estabilizado. Ahora necesitamos mantenerlo tranquilo. El próximo par de horas son cruciales.
—Gracias —respondí en voz baja, aunque no estaba segura de a quién agradecía. ¿Al hombre que había salvado a Noah? ¿O a Aidan, que estaba intentando redimirse?
Salimos de la habitación y nos adentramos en el pasillo oscuro. Aidan caminaba por delante, en silencio, y yo, aunque no quería seguirle el paso, sabía que tenía que escuchar lo que tenía que decir.
Nos detuvimos en una sala vacía, y finalmente no pude contenerme más.
—Necesito que me expliques todo, Aidan —dije, dejando que la tensión en mi voz fuera más evidente de lo que me gustaría.
Aidan se apoyó contra la pared, evitando mi mirada, como si las palabras que necesitaba decirme no pudieran salir con facilidad. Finalmente, se dio por vencido y empezó a hablar, aunque sus palabras no tenían la claridad que esperaba.
—Al principio, todo lo que quería era encontrar a Noah. No sabía nada de ti, ni de quién eras. Solo sabía que tenía que encontrarlo, salvarlo. Pero, luego... todo se complicó. Me vi atrapado con tu padre. Lo que me pidieron era simple: entregarte a él. Eso era todo lo que había que hacer.
Mis ojos se clavaron en los suyos, buscando algún atisbo de verdad en sus palabras. Aidan parecía tan distante, como si todo esto no tuviera nada que ver con él. Pero, lo cierto es que estaba ahí, intentando que lo entendiera, y aún así, me costaba creer en sus palabras.
—¿Qué estás tratando de decirme? —le pregunté, con un nudo en la garganta. Algo no cuadraba.
Aidan bajó la mirada, como si el peso de lo que iba a decir le resultara demasiado. Se tomó un momento, y cuando habló, sus palabras llegaron con un tono más grave.
—Cuando supe tu nombre, todo encajó. Ya había escuchado hablar de ti, de tu padre. Pero tuve tantas oportunidades para entregarte y lograr un intercambio que traería a mi hermano conmigo. Pero tú lo complicaste. No podía evitar querer protegerte, te veías tan frágil y sola que no me permitía hacer lo que él quería.
Quise interrumpirlo, pedirle que se detuviera y me explicara más despacio. ¿A qué hermano se refería? Pero él siguió hablando:
—Fue hasta que Noah se enteró de quién era yo, hasta que me confesó que el hermano que yo estaba buscando lo tenía en frente mío, y empecé a entender todo. Supe que no podía confiar en lo que decía tu padre. Me mintió. Me dijo que tenía a Noah preso, que lo mataría si no le llevaba a alguien, a ti. Por eso... por eso tuvimos que hacer un trato. El intercambio era la única manera de salvarlo. —Giró su rostro y sus ojos encontraron los míos—. Y después de saber eso, ya no había duda. Mi decisión estaba tomada, y llevarte con él ya no estaba en mis planes. Pero Noah aseguró que debía hacerlo, que era la única manera de protegerte. Él tenía un plan y saldrías ilesa. Fue de esa manera que me convenció. Y tuve que hacerlo. En ese momento, quería echar todo atrás y arrancarte de ahí, pero tenía que mantenerme firme sin dejar ver ni un rastro de sospecha.
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Dark and Light
Misteri / ThrillerElla es un punto intermedio entre la luz y la oscuridad. Ellos son la perfecta combinación del bien y él mal. ¿Quieres saber que pasará en esta historia? Acompaña a Sara en su viaje lleno de incertidumbres, donde cada elección podría cambiarlo tod...