Capítulo 60

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Minutos después escucho unos toques en la puerta.

—¿Está todo bien? —Grita, Aidan del otro lado de la puerta.

Yo no tengo intención de responder, aunque pienso que tal vez al no escucharme él puede entrar y lo que menos quiero es verlo, sé que él no tiene la culpa de nada de lo que me ha pasado o está pasando, pero solo quiero estar sola aquí sentada sintiendo el agua golpear mi cuerpo de tal forma que las lágrimas se pierdan en ella.

—¡Sí, en un rato más salgo! —respondo intentando evitar que mi voz se quiebre.

—Ok, si necesitas algo solo me dices.

No respondo más y espero que él pueda entender mi necesidad de querer estar sola en este momento ya que no deseo que me mire con lástima.

Minutos más tarde salgo del baño, mi piel se ha puesto algo arrugada y he comenzado a sentir frío.

Me coloco la ropa y observo que hay una bandeja con comida en una mesita al lado de la cama y al lado de la bandeja una nota.

Tomo la nota para leerla. —Comprendo que no quieras ver a nadie en este momento y no te culpo. Así que supongo que debes tener algo de hambre por lo que me he atrevido a dejar esto aquí, espero que lo disfrutes. Aidan.

Luego de leer la nota la dejo a un lado, miro la comida y mi estómago inmediatamente reacciona, es poco el tiempo que me llevará devorar todo.

Camino hasta la puerta de la habitación, y con la mano en el pomo dudo en abrir y claramente no lo hago, quería bajar a darle las gracias a Aidan por la comida, pero, no estoy dispuesta a que él me vea así, por lo tanto, lo haré mañana.

Me acuesto y me cubro con la sábana, aunque el cansancio está presente en mi cuerpo no me es posible conciliar el sueño rápido.

Hoy ha sido un día demasiado fuerte para mí.

—Es tu padre.

Las palabras de Aidan, no salen de mi cabeza y por más que intento encontrar una pista o algo que me lleve a saber quién es la persona de la que él me habló, no encuentro una respuesta.

Muchos eventos pasados se han borrado de mi cabeza o más bien me obligué a bórralos, sin embargo, siempre hubo alguien, una persona que me protegió en muchas ocasiones a la cual por muchas veces he intentado reconocer su rostro, pero los recuerdos son borrosos, aunque la búsqueda hacia mi pasado resulte ser muy dolorosa, revivir esos recuerdos me ayudaran a descifrar muchas cosas, tal vez las respuestas que siempre he buscado no las necesito escuchar de otras personas, quizás esas respuestas las tengo yo y para conseguirlo voy a necesitar la ayuda de una persona en especial, mañana iniciare esta búsqueda incansable de mis recuerdos.

Al día siguiente...

—¡Diablos! —grito tras despertar por una pesadilla.

Mi cuerpo está húmedo por el sudor y mi pecho sube y baja de lo descolocada que esta mi respiración.

—Otra vez han vuelto estas malditas pesadillas. —digo en voz alta.

Me paro de la cama y voy directo al baño, me doy una ducha rápida, me visto y salgo de la habitación.

—Entiende de una vez que tenerla aquí solo te va a traer más problemas, por qué no solo olvidas todo esto y sigues con tu vida. —Susurra una mujer a la cual puedo reconocer su voz y ya estando a la vista de ellos pude comprobar que es Tania.

Aidan, Tania y Nef, me quedan viendo con sorpresa.

Aidan se levanta y camina hacia donde estoy yo y al cruzar por el lado de Tania le susurra algo en el oído que no logro escuchar.

Hasta este momento no me había fijado en algo. Esas tres personas que están ahí han arriesgado su vida por mi culpa y aun lo siguen haciendo. Creo que después de todo he sido muy egoísta por el hecho de solo pensar en mí, está claro que ellos también deben sentir miedo y hasta preocupación por verse involucrados en algo que no deberían.

Dark and LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora