Ya habiendo terminado de comer le digo a Aidan, que necesito un favor.
—Sí claro ¿Qué necesitas? —pregunta muy curioso.
—Hablar con mi amiga, Carla. ¿La recuerdas? —incurro intentando ver si recuerda la vez que me presto el celular para llamarla.
—Sí, la recuerdo, pero... —Hace una pausa—. Crees que sea conveniente que hables con ella.
—Sí, lo sé, —Mi voz suena cansada y tomo un respiro—, pero en verdad necesito hablarle.
—Si se trata de tu hermano, Noah, me dijo que él está bien.
—No solo se trata de eso, es que... —Esta vez yo pongo suspenso en mi voz—. La necesito para poder encontrar las respuestas. —Suelto con dificultad y me levanto de la silla—. Toda mi vida he estado expuesta al maltrato, acoso y bullying: mi madre y personas a mi alrededor se aprovecharon todo el tiempo de mi inocencia para lastimarme siempre. —Mientras hablo camino hasta la ventana que da paso a una vista increíble, un jardín muy hermoso en la parte trasera de la casa que en estos momentos deleita mis ojos, en este momento me siento con más seguridad al hablar—. Hay muchas cosas de mí que aún no sabes, y por lo tanto tu no podrás ayudarme, pero ella sí, ella conoce todo mi pasado, por lo que he pasado y todo lo que he tenido que sufrir. Carla, no es solo mi amiga, es una hermana para mí.
El desahogo en mi voz es evidente, Aidan, luego se acerca y queda a un lado mío.
—No tienes que hablar ahora si así lo deseas, solo no te sientas forzada a contarme las cosas, nadie más que yo, comprende lo que es callar un dolor. —Sus palabras en verdad suenan sinceras, y su vista está perdida en aquel hermoso paisaje que me ha brindado tranquilidad.
La luz que se adentra por la ventana choca en su rostro, y por primera vez me permito observarlo detenidamente, su perfil es atractivo, cabello oscuro y largo, cejas pobladas y ojos oscuros, sus labios, me quedo observándolos, esos labios por un momento me transportan a otra persona.
Noah, lo suaves, húmedos, carnosos y rosados que se ven sus labios cada vez que lo he tenido cerca.
—¿Me escuchaste? —Irrumpe, Aidan, llamando mi atención.
Yo no le respondo nada, solo sigo observándolo, luego él sonríe y lo que dice ruboriza mis mejillas.
—¿Acaso me estás acosando visualmente?
—¿Qué? No, por supuesto que no, es solo que... —Hago una pausa.
—Es solo que —repite para esperar una respuesta.
—No es nada, solo olvidado. —desvío mi mirada hacia la ventana.
Quería decir que su rostro se me hacía familiar, y quería preguntar si tal vez ya nos habíamos visto antes en alguna parte, pero eso sería imposible, ya que el pueblo donde vivo es un lugar muy pequeño y tal vez él ni siquiera lo conozca.
—Ok. —vuelve a sonreír divertido—. ¿Es una vista hermosa no crees?
—Sí, lo es. —respondo.
—En la sala encontrarás el teléfono, y solo quiero que tengas claro lo arriesgado que puede ser esta llamada tanto para ella como para nosotros, no puedes en ningún momento revelar dónde estamos.
—Ok. Gracias.
Mi cuerpo está reaccionando ante el nervio que siento por llamar a Carla, ¿Cómo estará? ¿Qué es de su vida? ¿Se habrá metido en problemas por tratar de buscarme? Estas son preguntas que merodean en mi cabeza, la angustia de saber qué ha pasado con ella ha hecho acelerar mi corazón. —miro mis manos y estás están sudadas, las llevo hasta un costado de mi pantalón y las seco.
Me alejo de Aidan, y camino hasta la sala, al encontrarme con el teléfono dudo en agarrarlo, conozco de memoria el número y olvidarlo es lo que más quisiera en este momento, comienzo a jugar con el teléfono en mi mano y miro hacia la entrada de la cocina, pero noto que, Aidan, no ha salido por lo cual agradezco que haya mantenido su distancia.
6, 8, 4.
Son los primeros números que marco, luego presiono los últimos dígitos y llevo el teléfono hasta mi oreja.
El sonido es mucho más angustiante y la espera es insoportable. Luego una voz suena del otro lado del teléfono.
—Aló.
ESTÁS LEYENDO
Dark and Light
Misterio / SuspensoElla es un punto intermedio entre la luz y la oscuridad. Ellos son la perfecta combinación del bien y él mal. ¿Quieres saber que pasará en esta historia? Te invito a que pases a leer la historia de Sara, una chica que a pesar de los golpes que la v...