Capítulo 3

132 16 10
                                    

Al menos sé que se encuentra aquí, sólo debo ser cautelosa y buscarlo sin llamar mucho la atención, lo que menos pretendo es que se vuelva a escapar sin que antes logre hablar con él.

He estado buscando Fabián durante algunos 20 minutos y no logro dar con él, rayos ¿Dónde estás metido hermanito? Creo haber revisado todo el lugar y no he podido dar contigo.

—¡Oye! Te he estado observando hace un rato y parece que estás buscando algo. —Escucho a un tipo hablar, pero no logro distinguir su rostro, porque el lugar donde esté se encuentra está un poco oscuro.

Me quedo mirando en dirección hacia a él, mientras pienso en sí debo acercarme y tratar de conseguir información sobre mi hermano o si solo me resigno y me voy de aquí. Mientras me detengo a pensar en cuál de estas dos opciones debo escoger me quedo por un momento observando a aquel hombre, su silueta proporciona elegancia, pero su rostro está en la sombra por lo que me es imposible detallarlo.

Este hombre se encuentra a una distancia prudente, por lo que no me siento tan insegura, pero el peso de su mirada me hace sentir escalofríos por todo mi cuerpo.

La incógnita en mi cabeza sobre quien es él no me deja ir de este lugar, pero tampoco me siento dispuesta a acercarme y preguntar por mi hermano.

Él por su parte no ha vuelto a hablar, solo se ha mantenido ahí observándome al igual que yo a él.

Pero lo que en realidad no me deja ir es esta extraña sensación de familiaridad respecto a algo en especial:

Su voz.

Esa voz que por alguna razón a llamado mucho mi atención. ¿Dónde la he escuchado? No logro recordar y tal vez porque en realidad no conozco a nadie que la tenga.

Entonces ¿Por qué no puedo olvidarla?

Me quedo tan perdida en mis pensamientos que no sentí la presencia de otra persona, hasta que se hace notar.

—Hola, chiquita, ¿Por qué tan sola? —me dice el hombre que en mi espalda se encuentra, su voz es ronca, yo inmediatamente doy media vuelta, y al observarlo descubro a un señor con algunos 45 años de edad, cabello oscuro, estatura como de 1,70, viste un esmoquin, pero en su aspecto físico hay algo peculiar y son sus ojos, el iris de estos son de diferente color.

Entonces aterrizo y pienso que lo mejor será alejarme de este sitio. Trato de evadir las miradas de estas dos personas sin demostrar algún tipo de emoción, camino por el lado de quien a mi vista se encuentra y dejo atrás a un tipo desconocido en su totalidad.

Pero luego pasa algo inesperado, cuando creo que estoy lo suficientemente lejos de ellos, uno me toma por mi brazo y me jala hacia él llevando mi espalda a su torso, trato de soltarme y forcejo lo más que puedo, pero me detengo cuando siento que me coloca un arma en la cintura.

Mi corazón comienza a latir a mil por segundo, estoy muy asustada, sin embargo, no es primera vez que me topo con este tipo de personas y sé que debo actuar de la manera más razonable antes que por mi propia culpa termine muerta en ese lugar.

—¿Qué quieren de mí? —es lo primero que cuestiono, dejo salir mis palabras sin ningún tipo de emoción, no puedo demostrarles miedo solo debo tratar de sobrevivir.

—No hagas ningún ruido o no voy a tener compasión de ti. —amenaza el hombre que me sostiene mientras me apuntaba con el arma, y después comienza a caminar en dirección a la puerta principal.

Yo realmente aun no he terminado de procesar lo que está a punto de pasar, voy a ser secuestrada por un par de hombres del cual solo tengo la clara descripción de uno, y la oscura imagen del otro.

Dark and LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora