Dark and Light

Capítulo 43

Llego a la habitación y de inmediato abro la puerta, camino hasta quedar a algunos pasos de distancia frente a Aidan.

ÉL está recostado en la cama y al notar mi presencia se sienta en esta.

—¿Dónde tienes a Sara? —pregunta sin demostrar ningún tipo de emoción o reacción por su herida.

—Eso no es de tu incumbencia, nunca fue asunto tuyo interponerte en mis planes y quizás en estos momentos estarías lejos sin estar metido en este problema, pero solo alguien tan estúpido como tu pudo creer que podría contra mí.

Él suelta una carcajada.

—Tú crees que yo te tengo miedo. —Volvió a reír—. Disculpa por decepcionarte, pero tú eres quien menos me importa ya que para mí puedes ser tan insignificante, tratas de mostrarte rudo ante las personas solo para que te teman, pero solo es una pantalla, así que no, no me intimidas.

—Está claro que no me conoces y si piensas que con decirme eso me saldré de control y me volveré loco te equivocas, no soy del tipo de persona que se ofende con cualquier cosa y mucho menos si esas palabras vienen de alguien tan insignificante, no sabes nada de mí y yo en tu lugar no juzgaría sin conocer, tampoco sería bueno que te sientas tan tranquilo.

—Tú tampoco me conoces, no sabes quién soy, de donde salí y mucho menos qué hago aquí.

—En eso estamos de acuerdo, pero yo tengo un punto a mi favor, así que mírate, mira a tu alrededor, estás atrapado, encerrado y sin oportunidad de escapar.

—Tal vez estoy aquí porque así lo quise. —insinúa y me da una mirada desafiante.

—Creíste que podrías ser un héroe, —Esté fue mi turno para reír—. Que la salvarías, que la podrías alejar tan fácil de mí, eso no fue más que una estupidez. —escupo con desprecio.

—Yo no estaría tan seguro de ello y creo que deberías tomar tu propio consejo y no juzgar sin conocer. Y héroe, —Ríe—, no, no pretendí serlo, no está en mis planes actuar como un héroe, mis planes son otros.

Al terminar de hablar se acuesta y cierra sus ojos.

—Nos volveremos a ver y espero que para ese entonces hayas recapacitado y lo mejor será que me confieses tus planes o.

—Nada cambiará, ya te lo dije, no me intimidas. —me interrumpe.

—Las cosas fáciles y simples me aburren, pero que te sigas haciendo el valiente es un tanto fastidioso. Sara, ya está conmigo y así seguirá siendo, y tú tampoco olvides que no tengo razones para seguir dejándote con vida.

Digo esas últimas palabras, salgo de la habitación y de la bodega después de dejar claras instrucciones para que los mantengan vigilados.

—Aidan, ten por seguro que voy a descubrir quién eres. —pronuncio de camino al auto mientras empuño mis manos.

Deshacerme de él y sus acompañantes no sería un problema para mí, sin embargo, pienso que me servirán mucho de ayuda para tener a Sara controlada, estos no son mis métodos, pero en este momento no me puedo dar el lujo de que se le ocurra otra vez la absurda idea de escapar.

Entro al auto y conduzco hasta llegar a la empresa, una de las fachadas para esconder mis verdaderos negocios.

Al llegar me dirijo al edificio y saludo a todos de manera formal como es de costumbre, entro al ascensor y por unos segundos me quedo con la mirada perdida mientras mi mente procesaba imágenes de como Sara pudo haberse causado daño hacía ella misma.

Luego se abre el ascensor y camino hasta mi oficina.

Abro la puerta y al entrar comienzo a sentir una sensación extraña de que alguien me está observando, pero no me detengo y solo sigo caminando hasta llegar al escritorio.

Las persianas las mantengo cerradas lo cual hace que la oficina esté en completa oscuridad y por eso en primera instancia no me fue fácil observar a la persona que se encuentra sentada en el sofá que está cerca de la entrada. Sin embargo, no es difícil adivinar de quién se trata.

—¿Qué haces aquí? —pregunto después de sentarme y encender la laptop.

—Hace días que no me buscas, no respondes mis llamadas y ayer fui a tu apartamento y me enteré que te fuiste de ahí. ¿Qué sucede, por qué me has estado evadiendo?

Ella camina hacia mí y a medida que avanza desnuda su cuerpo.