Dark and Light

Capítulo 27

Su mirada me recuerda mucho a la mía, sus ojos muestran una tristeza profunda de cuando alguien ha sufrido mucho y tal vez por eso dice que yo le recuerdo a él ¿Cuál será su historia? No tengo idea, pero sea cual sea estoy segura que no es para nada un cuento de hadas solo espero no haya sido peor que la mía.

—¿A dónde iremos? —pregunto mientras me llevo las manos a los bolsillos de mi pantalón.

—No tengo idea —sonríe.

No evite dejar salir una carcajada, fue graciosa su respuesta la verdad, hace tiempo que no me sentía así aún en toda esta agonía.

—Muy bien, entonces estamos perdidos. —confieso con expresión de derrota.

—¡Claro que no! Al menos no aún, sólo ayúdame a recoger todas las cosas que fueron utilizadas para curarte y desechar lo que ya no sirve, para no dejar rastro de que estuvimos en esta casa.

—Espera ¿Entonces crees que tu novia estará en peligro?

—¿Mi novia? —pregunta muy extrañado

—Sí, Tania, es que pensé que tú y ella.

—No, Tania, es sólo una amiga y pues ella en realidad no vive aquí, muy poco usa esta casa por lo que su trabajo queda en otra ciudad, así que le dije que durará un tiempo prudente en regresar.

—Oh, está bien —respondo un poco aliviada.

—Ok entonces debemos darnos prisa en recoger todo, por cierto, en el moral te traje algo de ropa, pues como es obvio no tienes, así que pase por algunas tiendas y te compré algo, espero que te quede porque no soy muy bueno con las tallas. —confiesa.

—De verdad, muchas gracias, creo que ya has hecho mucho por mí.

—Sólo no olvides que tenemos una conversación pendiente, cuando estés lista me dices vale.

—Ok.

Comenzamos a recoger y a organizar la casa para dejarla como si nunca hubiera estado alguien ahí.

Me cambio de ropa, me pongo un pantalón, una blusa y unos tenis, mi cabello lo dejo suelto para ocultar algunas marcas de golpe que tengo en mi cuello.

No me gusta usar ropa con escote porque mi cuerpo está muy marcado, aunque algunas no se notan mucho, odio caminar por la calle y que me queden viendo con lástima o escuchar murmurar sobre eso.

Después de tener todo listo, antes de salir de la casa recuerdo algo, Carla, aún no me he comunicado con ella y es la única persona que en este mundo se ha preocupado por mi desde niña, ella ha sido mi amiga desde siempre, nuestros padres nunca estuvieron de acuerdo con nuestra amistad porque para sus padres decían que yo era una mala influencia y mis padres eran unos drogadictos y alcohólicos, mientras que mi madre jamás me dejaba hablar con nadie, Carla y yo nos veíamos a escondidas y prometimos nunca separarnos y hasta el día de hoy lo hemos cumplido.

—¡Aidan espera! Sé que hasta ahora te he molestado mucho y me has ayudado más de lo que esperaba, pero me gustaría pedirte un favor.

Él me mira algo curioso. —¿Qué necesitas? —pregunta.

—¿Puedo hacer una llamada? Es que necesito hablar con una amiga que debe estar preocupada por mí y sólo quiero que sepa que estoy bien. —argumento.

puedo notar un poco de duda en tomar la decisión, pero finalmente me dice que si con la advertencia de que no demore.

Agarro el celular y marco el número de Carla.

A los segundos contesta mi llamada.

—¿Hola, Sara eres tú? —Noto mucha angustia en su voz.

—Carla, sí soy yo, escucha no tengo mucho tiempo.

—¡Demonios Sara, gracias al cielo ¿Dónde estás? ¿Qué ha pasado contigo? Por favor responde, sentí que moriría de angustia sin saber de ti —dice entre sollozos.

—Comprendo que debes estar muy preocupada por mí, pero escucha estoy bien, no puedo explicarte en ahora el por qué he desaparecido, pero prometo comunicarme contigo en otro momento, sólo cuídate por favor.

—Sara, no me vayas a colgar, Sara, por favor espera —repite una y otra vez y mi voz se desgarra.

—Te quiero amiga.

Cuelgo la llamada.

Cierro mis ojos para oprimir lo que siento, luego de reponerme me giro y lo miro a él.

—¿A dónde iremos? —vuelvo a preguntar esperando obtener ahora si una respuesta.