Dark and Light

Capítulo 15

Todo pasa tan rápido que no puedo reaccionar a tiempo él aparece entre las sombras y me agarra desprevenida.

Ya estaba a punto de abrir el refrigerador cuando escucho unos pasos largos y acelerados, volteo a mirar y ahí viene él, Noah, su aura gritaba furor y yo solo me quedo paralizada no puedo siquiera mover un dedo, la rapidez con la que pasó todo fue impresionante.

Llega hasta donde estoy yo y queda justo en frente de mí.

—¿Qué haces aquí? —pregunta.

—Eh... yo... solo...

Ok, tampoco puedo articular bien, diablos.

Suspiro profundo y trato de encontrar mi voz.

—Yo sólo vine por un poco de agua. —digo.

Él sonríe. —Ah sí ¿Sólo agua o buscas algo más?

—Sí... sólo agua, pero ya se me quitó la sed así que me voy para la habitación.

Intento dar un paso atrás para después esquivarlo y salir de la cocina y con eso poder irme de aquí ilesa, pero claro que eso no iba a pasar.

Porque en el preciso momento que se dio cuenta de mis intenciones agarra muy fuerte mi brazo y me detiene.

—No tan rápido ¿Piensas escapar nuevamente de mí, Sara?

—¡Suéltame! —le grito.

Forcejeo para que me suelte, pero esta vez no lo puedo lograr, entonces me agarra de ambos brazos y me lleva hasta una pared de la cocina golpeando mi espalda con ella, jadeo por el golpe, pues mis heridas aún no están completamente cicatrizadas y en la mañana cuando corrí me lastime.

Después de haber estado tanto tiempo en la oscuridad he podido adaptarme a ella y gracias a la luz de la luna que se cola por la ventana me es más fácil ver sus movimientos.

Yo no le muestro en ningún momento miedo o temor, cosa que tal vez él está esperando de mí.

—¿Qué quieres de mí? —cuestiono.

—Hacer que pagues por lo que me hiciste. —acusa.

Rio sarcásticamente. —Claro, no podía esperar menos de un tipo como tú.

—Entonces ya sabes que cada acto en contra mío tiene sus consecuencias y si has hecho algo malo debes pagar el precio.

—Pues no te tengo miedo.

—Deberías. —Se acerca más a mí.

—Sé que no estas molesto por lo que te hice, sino porque sabes que no te temo.

—¿Por qué tan segura? Acaso no te has fijado donde te encuentras estas en mi casa atrapada sin posibilidad de huir y si estás aquí ahora mismo es porque yo te obligue a hacerlo.

—Puede ser, pero —Me acerco a él y le digo al oído—, debes admitir que provoco algo más que irá en tu interior, crees que no he notado la forma en la que me miras, estoy segura que no has mirado así a cualquiera.

Noah, me despega de él y golpea nuevamente mi espalda contra la pared para después acercarse y quedar pegado a mi cuerpo.

—No trates de jugar conmigo Sara, porque el juego te puede salir mal. —advierte.

—Vete a la mierda. —escupo.

Él me mira directo a los ojos y está vez su mirada es mucho más intensa que otras veces, es un tanto amenazante, pero también puedo ver algo más que eso en ella.

Lujuria.

Entonces me lleva ambas manos arriba de la cabeza, pero esta vez las aprieta fuertemente sosteniéndolas con una sola mano mientras que con la otra comienza a tocar mi rostro suavemente.

Mi respiración comienza a descontrolarse justo cuando siento su mano en uno de mis pechos, lo rosa delicadamente con sus dedos mientras sus ojos no se despegan de mí.

Después continúa bajando poco a poco por mi cintura.

Decir que esto me resulta asqueroso, fastidioso, o algo parecido, es como mentirme a mí misma.

Llega hasta la orilla de mi blusa y la levanta un poco para meter su mano y tocar mi piel

Caliente, es la primera sensación que me provoca el rose de su mano.

Deseo tener la fuerza para alejarlo de mí, pero en ves de eso siento que mi cuerpo sede ante su ataque, y además involuntariamente muerdo mis labios.

Pero luego pasa algo que no me esperaba.