Capítulo XXXVIII: Ojo por ojo y un dragón para cada campeón

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Sin una alarma que la despertara, ni deberes o algo que hacer en todo el domingo, Elynne se mantuvo durmiendo gran parte de la mañana sin culpa alguna, ni ganas de volver a salir de su habitación en lo que quedaba de año

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Sin una alarma que la despertara, ni deberes o algo que hacer en todo el domingo, Elynne se mantuvo durmiendo gran parte de la mañana sin culpa alguna, ni ganas de volver a salir de su habitación en lo que quedaba de año. Su tío ya le había indicado una semana atrás, que tendrían que suspender sus lecciones por ese día dado que la primera prueba del torneo estaba más cerca que nunca.

Gracias a que tenía planeado pasar el día con Diggory, había adelantado todos los deberes que tendría esa semana, por lo que no tenía una sola razón de poder para salir de la recamara. Malfoy apenas salió para buscar algo de comer para ambos, dado que la azabache no había probado bocado desde hace casi un día completo, y lo último que necesitaba era que se enfermara por estar triste.

— Vas a comer— la amenazó entrando con una bandeja de comida, sin la chica aun haberse despertado—. Sino sales de la cama te lanzaré un aguamenti.

— No tengo hambre— se quejó sin abrir los ojos, sino cubriendo su rostro con su sábana para que dejara de molestarlo.

— Hablo en serio— le advirtió colocando la bandeja en la cama sin importar ensuciarla para poder quitarle la sábana de la cara a su mejor amiga—. Necesitas comer.

— ¿Ya todos lo saben? —preguntó sin aun levantarse, pero sin poder negar que los panqueques con miel, las tostadas y el jugo de naranja que le había llevado se veían más apetitoso de lo que imaginaba—. Bien, si tengo hambre— cambió de opinión intentando no dejarse llevar por lo que sentía, ni siquiera por Sebastián había dejado de probar bocado, le lloró y lo sufrió, pero sin dejarse morir por ello, y no iba a ser peor su decepción amorosa si ya no era una niña como antes.

— Sí, el tomo de corazón de brujas llegó contigo en primera plana— respondió sin rodeos mientras la observaba comer—. La mayoría estaba esperando que llegaras y te sentaras con Diggory, como sueles hacerlo.

— ¿Y él? —no pudo evitar preguntar por el chico mientras devoraba sus panqueques—. ¿Lo viste?

— No, no fue a desayunar tampoco— soltó sin querer darle importancia, pero la expresión de tristeza de Lynn le decía que no lo había logrado—. Estará bien... fue él quien quiso terminar, no tú.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora