Dar un paso en falso con Severus llevaba consigo peores consecuencias que un castigo, la última vez que cometió aquel error pasó meses antes de que hablara siquiera con él, por lo que en el momento en que se permitía ser tocado por ella, la bruja se dejaba llevar por sus bajos instintos. Su profesor no era atractivo a la vista, no mentiría al respecto, su pelo grasiento, su piel cetrina y prominente nariz eran la cúspide de su falta de belleza.
Pero cada defecto que podrían encontrarle al mago era recompensado por la manera en que la hacía sentir, experiencias que no lograba tener de sus compañeros. Sus hábiles manos y su feroz boca lograban que olvidara lo poco atractivo que era, su placer la cegaba lo suficiente cuando la tocaba.
En cuanto capturó sus labios con los suyos, no se trató de un dulce o casto beso, no le preocupó ser gentil con la chica, succionó su labio inferior antes de entreabrirle la boca para invadirla con su lengua, evocando un gemido de su parte. Trazaba cada parte de la anatomía atrapada en su boca de manera que el resto de su cuerpo sentía celos por querer ser tocado así.
Chupaba y mordía sus labios sin dejarla tomar más que un bocado de aire cada vez que podía, mientras llevaba sus manos a su pequeño cuerpo. Sus grandes manos, callosas por las pociones, cubrían su abdomen trazando su ombligo con su pulgar derecho a la vez que su mano izquierda se deslizaba hasta uno de sus senos para cubrirlo por completo con esta por encima de su sostén, antes de que su otra mano hiciera lo mismo con el otro.
Sus manos no tardaron en abandonar sus senos que reclamaban atención, para llevarlo hasta su espalda y desabrocharlos con rapidez, para poder quitarle el sostén y arrojarlo en algún rincón de su despacho. Lynn no pudo evitar gemir encima de su boca al sentir como el pocionista capturaba sus pezones con sus manos que enviaban una corriente de placer directo a su centro en donde sus piernas se unían con su pubis.
No le importaba lo incomoda que estaba de pie siendo tocada por él, en lo único que pensaba en que no dejara de hacerlo. Que supliera sus más bajos deseos, como solo él había logrado hacer. Por lo que no se opuso cuando Severus la hizo retroceder hasta que su culo pegó con el escritorio, en el cual él no tardó en subirla para que se sentara, quedando casi a su altura. De esa forma no tenía que inclinarse para besarla, y ella no necesitaba ponerse de puntillas tampoco.
Dejándose llevar por el momento, Elynne guio sus manos hasta la levita del pocionista para querer desnudarlo, pero él no la dejó. Apartó sus manos de su cuerpo con una sola de las suyas para llevarla hasta sus piernas.
- ¿Por favor? -preguntó la chica relamiéndose los labios hinchados de ser mordisqueados y chupados.
- No- respondió de manera directa llevando su mano a su levita para sacar su varita y atarle las manos detrás de la espalda con su simple hechizo. Casi sonrió al verla así de vulnerable ante él, pero en vez de hacerlo, tomó uno de sus pezones para llevarlo a su boca y succionar con fuerzas, logrando hacerla gemir con fuerzas.
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Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]
FanfictionLa libertad es un derecho que algunos han tenido hace tanto tiempo que la han subestimado, y ignorando su verdadero valor, cuánto significa ser libre. Pero quienes han sido oprimidos desde su nacimiento, cuya vida han sido planeada desde la concepci...