Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]

Capítulo XVII: Una fibra sensible para mí

Era cuestión de tiempo para que Hunter le hiciera la vida imposible a su hermana, sobre todo después de ver la demostración publica al tejón, pero Elynne no esperaba que fuera tan pronto. Por lo que verlo delante de ella de manera tan arrogante solo lograba enfurecerla más.

Diggory apenas conocía al mayor de los Selwyn, al tener noción de los hermanos de la azabache, pero desconocía por completo su relación con él. Sabía lo mismo que el resto del colegio, lo que los Selwyn dejaban ver. Maverick era el hermano favorito de Elynne, estaba al tanto al igual que la gran población estudiantil, que pasaban gran parte del tiempo juntos, a pesar de ni siquiera ir en el mismo curso.

Pero la relación con sus otros dos hermanos era un misterio para el castaño, casi nunca la chica se dejaba ver con su hermano mayor o su hermana menor, sobre todo la última, con quien no recordaba haberla visto hablando en varias ocasiones. Ni siquiera rememoraba la última vez que vio a las hermanas Selwyn juntas.

— Lo más lejos de ti posible— respondió la azabache a la pregunta de su hermano al ponerse de pie y enganchar apenas a medias su mochila en su hombro derecho—. Vamos Diggory— se limitó a ordenarle al tejón pasando por el lado de su hermano antes de que este la detuviera tomándola de manera brusca del brazo, provocando que incluso su bolsa chocara contra el cuerpo de la bruja.

Sin importarle estar en medio de un notable público que los divisaba desde el patio del reloj, Elynne hizo el intento de quitárselo de encima, pero antes de que pudiera pensarlo, Cedric se le había adelantado, quitándole el agarre de un golpe con una expresión de rabia al ver a Elynne ser tratada de esa manera por Hunter.

— No se te ocurra tocarla de nuevo— le advirtió el tejón con una expresión seria y dura que la azabache no había visto antes en él.

— Cedric, no es necesario que me defiendas...— exclamó la serpiente haciendo contacto visual con su hermano que los miraba con ironía.

— Será mejor que controles a tu tejón, Lynn— comentó soltándose el brazo de Diggory y reír—. Y tú, no te metas en mis problemas con mi hermana— le advirtió al castaño sin llegar a intimidarlo—, no iba a hacerle nada, de hecho, quería hablar contigo— añadió esta vez dirigiéndose al Hufflepuff.