Capitulo II: ¿Un premio o un castigo?

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Aun vestida con ropa muggle ver a Elynne caminar por los pasillos del tren era casi un espectáculo para cualquiera que lo observara

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Aun vestida con ropa muggle ver a Elynne caminar por los pasillos del tren era casi un espectáculo para cualquiera que lo observara. No intentaba provocar a nadie, ni modelar como si fuera una pasarela, era parte de ella contonear sus caderas con desinterés mientras le sonreía a cualquier chico que se le quedara viendo demasiado. Sobre todo, los de primer año que la miraban como si fuera salida de algún tipo de cuento.

Desde el momento en que recibió la insignia que llevaba en su pecho supo que sería un fastidio. No lo admitiría en voz alta, pero no entendía porque el director le había dado aquel premio. Sus notas eran las mejores de su generación, pero sabía que se necesitaba algo más que tener buenas notas para ser elegida prefecta. Quizás sus profesores le creían el papel de chica buena que interpretaba a la perfección, pero dudaba que hubiera podido engañar al viejo director.

Solo esperaba que su jefe de casa no estuviera involucrado en su nombramiento como prefecta. Era difícil de creer que se complicara la vida él mismo. No pudo evitar reírse sola al solo pensar en aquella posibilidad.

Ni siquiera tuvo que esperar a abrir la puerta del comportamiento de prefectos para rectificar que era una pésima idea haberle dado aquel emblema. Estaba acostumbrada desde pequeña en que los ojos de los demás se posaran en ella en cuanto la notaban, era casi automático, como un hechizo. De niña era adorable, incluso más que su hermana menor, y de adolescente era el sueño húmedo de más de un hombre.

No obstante, no pudo evitar sentirse incomoda al notar como los demás prefectos del compartimiento la miraban de manera casi incrédula al notar la insignia en su pecho. Sabía que no lo dirían en voz alta, pero en ese momento estaba siendo juzgada por el hecho de que la nombraran uno de ellos.

Les dedicó una media sonrisa de manera cínica entrando como si no hubiera notado las expresiones de desdén de sus compañeros. Incluyendo a los de su propia casa. Tomó asiento lo más alejada de su hermano mayor, esperando las instrucciones del premio anual que en esa ocasión se trataba de un Gryffindor rubio con una actitud algo arrogante, la cual prefirió obviar para poder salir de aquella situación lo más rápido posible.

No podía recordar la última vez que se sintió tan fuera de sitio, sin contar con las fiestas o reuniones con su familia. Se limitaba a escuchar cada una de las funciones y privilegios que tendría por el trozo de metal que se posaba en su pecho, las cuales conocía a la perfección gracias a que su hermano mayor había sido elegido prefecto el año anterior.

—...bueno, sino hay preguntas, vamos a dividirnos en parejas para hacer las rondas tanto en el tren como en el colegio—mencionó Heyren Bradley, el premio anual, logrando llamar la atención de la bruja, al haber olvidado aquel detalle. Tendría que elegir de aquellos veintitrés prefectos un compañero con quien tendría que hacer rondas el resto del año—. Los dejaré decidir, sé lo tedioso que es que te pongan con alguien a quien no soportas— no tardó en añadir el chico logrando la risa de sus compañeros, y los chicos de sexto.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora