Capítulo XXI: Consolada por una niña de diez años.

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Sonreír y agradecer tanto por felicitaciones de cumpleaños como por decirle lo hermosa que estaba, fue su rutina las primeras dos horas de su fiesta de cumpleaños, para solo entonces poder mezclarse de manera sutil entre los invitados y descansar ...

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Sonreír y agradecer tanto por felicitaciones de cumpleaños como por decirle lo hermosa que estaba, fue su rutina las primeras dos horas de su fiesta de cumpleaños, para solo entonces poder mezclarse de manera sutil entre los invitados y descansar un poco de sus padres presentándola a los pocos amigos suyos que aún no conocía. Aunque sabía que seguro solo eran nuevos socios de su padre, y ella era la carne que negociaban entre ellos.

Tomando una copa de vino de elfos en sus manos, terminó por entrar a la casa, con cuidado de no encontrarse con ningún miembro de su familia dado que eran los únicos que tenían acceso al interior de esta, los invitados habían sido concentrados en su inmenso patio trasero. Sin ser interrumpida, llegó hasta una de las salas interiores, para poder sentarse en medio del sofá y suspirar cansada.

En otras ocasiones, Draco era cómplices de sus escapadas, que en la mayoría de veces terminaban por tener sexo de manera fortuita en su habitación para solo entonces volver a la fiesta más relajada, pero en aquel momento hasta Maverick había sido raptado por sus futuros suegros para hacerle conversación, dejándola sola en aquel infierno.

— ¿No deberías estar fuera? —le preguntó una voz que logró asustarla y casi caerse antes de notar de quien se trataba.

— Debería preguntarte lo mismo— le respondió terminándose su copa y sonriéndole con pura falsedad—. ¿Dónde están tus padres?

— Fuera con los tuyos— exclamó encogiéndose de hombros, provocando una pequeña risa en la azabache al no recordar a alguien más de su familia hablar de esa manera—. Estaba aburrida, es solo otra fiesta de adultos.

— Podrías ver los unicornios encantados, o los demás efectos que hechizaron— comentó aun sabiendo que la niña tenía razón, dado que ella misma se aburría de estar allí—. Te buscarás un problema si te ven aquí conmigo, dicen que soy mala influencia.

— A mamá le agradas— informó sentándose en otro de los sofá y no dedicarle la habitual mirada de decepción que le daba el resto de su familia—. Dice que eres la única Selwyn con dos dedos de frente— añadió logrando hacerla reír con fuerza esta vez.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora