No era sencillo cumplir una promesa, una palabra que había dicho en un momento de desesperación, lo cual solo se dio cuenta cuando observó a Elynne bajar las escaleras en compañía de su padre. No podía negar que el cambio ella era notable, sonría de manera real a su lado, incluso podía jurar que color había vuelto a sus mejillas, sonrojadas de una forma que el chico no presenció antes.
La azabache no era una chica de las cuales sentía vergüenza, u ocultaba sus emociones, sus únicos sonrojos eran de risa cuando alguien acertaba con algún comentario, por deseo, por reír de demasiado, pero el que presenciaba era de una inocencia que creyó perdida hace años. Por ello se preocupaba aún más por ella, temía que él la hiriera, que la hiciera perderse, lo conocía lo suficiente para saber que las mujeres en su vida no tenían el mejor final.
Solo su madre era la excepción a la regla por ser su mejor amiga, y haber dejado de estar juntos hace más de una década, pero sabía, aunque no se lo dijera que, al contrario de ella, su padre era incapaz de mantener una relación por más de un par de meses, o expresar sus sentimientos de la manera adecuada. Narcissa lo soportaba por conocerlo mejor que nadie, pero incluso con Draco no había sido su mejor versión. La que conocía solo le gritaba a sus pensamientos que se estaba equivocando al permitirle acercarse a su mejor amiga.
Entrecerró los puños con rabia para ahogar su furia, mientras sostenía a copo en sus brazos, al haber tomado al gato en su protección hasta que ella se recuperara. Sino podía ni encargarse de cuidar de sí misma, menos de su mascota. La pequeña bola de pelos blanco saltó de sus brazos en cuanto la bruja terminó de bajar las escaleras, y tomarla en brazos con unas leves caricias en su cabeza.
— Siento no haber ido a despertarte, pero él insistió— se disculpó el chico con una mueca sin ocultar su desagrado a Lucius, el cual Elynne intentaba ignorar al saber que tenía sus razones para llevarse de esa manera con él.
— Me hubiera gustado una advertencia— exclamó sonriéndole sin soltar a copo, caminando con él en brazos en dirección al comedor aun sin muchos ánimos de empezar a caminar, pero no quería que comenzaran a molestarla por su apetito.
— No estaba seguro de si llegaría anoche— se justificó el rubio siguiéndola de cerca, observándola acariciar el gato en sus manos con cariño, sin él haber estado al tanto de su mascota, un detalle que esposa omitió en mencionarle—. No sabía que tenías una mascota— exclamó sonándole a reclamo a la azabache, en cuanto entraron al comedor, y Draco le miró con diversión, disfrutando el disgusto de su progenitor por copo de nieve.
— Diggory se lo obsequió— explicó el chico con arrogancia sentándose en una de las primeras sillas que tomó del comedor, mientras su padre se dedicaba a sacar una silla de la mesa frente a él para que la bruja se sentara, una caballerosidad que no le había notado en otras ocasiones. Un gesto que lograba ocultar de Elynne la mueca de desagrado ante sus palabras.
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Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]
أدب الهواةLa libertad es un derecho que algunos han tenido hace tanto tiempo que la han subestimado, y ignorando su verdadero valor, cuánto significa ser libre. Pero quienes han sido oprimidos desde su nacimiento, cuya vida han sido planeada desde la concepci...