Capítulo VII: Me rompo y me recompongo de nuevo

1.1K 96 36
                                    

Ni siquiera ser la mejor en su primera clase de pociones de ese año logró que su jefe de casa le obsequiara puntos por ello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ni siquiera ser la mejor en su primera clase de pociones de ese año logró que su jefe de casa le obsequiara puntos por ello. Dándole a saber que estaba más que furioso por su imprudencia, solo esperaba que no le negara las pociones que necesitaba para curarse, al solo quedarle la opción de ir a la enfermería lo que significaba darle explicaciones a la enfermera, o esperar que se curara con el tiempo.

Ganar cinco puntos en su clase de transformaciones, y diez más en Aritmancia no logró que la chica se tranquilizara respecto a su castigo con Snape. Al contrario de los chicos que conocía, su profesor era un completo enigma. Nunca lo había visto sonreír, por lo que si se burlaba de ella no podía ni imaginarlo, pero aun así podía ser sobreprotector con la bruja cuando era herida.

— Tranquila— intentó calmarla Draco al haberla visto distraída no solo en el almuerzo sino en medio de la cena que compartían—. Sabes que siempre es así.

— Cierto— se limitó a responderle para volver a quedarse en silencio cenando para poder levantarse de la mesa e ir de manera directa al despacho de Snape a recibir su castigo.

Acostumbrada a ir varias veces al año a este, sabía a la perfección donde se encontraba al contrario de la mayoría de sus compañeros, dado que solo a ella le esperaba allí. Sus castigos solían ser en las mazmorras referentes a limpiar u organizar lo utilizado en clases ese día. El despacho y sus habitaciones, se mantenían alejados de las aulas de pociones y de la sala común de Slytherin. Apenas tenía una puerta de madera de roble antigua, que podía pasar desapercibida en medio de las oscuras paredes que la rodeaban.

— Pase— respondió el profesor en cuanto la chica llegó a su puerta y la tocó—. Vamos, no tengo todo el tiempo— la regañó al abrirla, para poder pasar y cerrarla de nuevo—. Creí haber sido claro contigo la última vez que hablamos de que dejaras de acortar tu falda...

— Yo...

— Sabes los problemas que te traen, y aun así lo haces— continuó su regaño sin dejarla contestar.

— Solo es una falda, los chicos seguirán viéndome el culo sin importar cuanta tela lo cubra— se defendió encogiéndose de hombros—. Lo que te molesta es que lo hagan en tu clase y delante de ti— lo retó mordiéndose el labio ganándose un gruñido de molestia de parte del mago que la hizo ponerse seria de nuevo.

— No vuelva a entrar con esa falda a mi clase, comenzaran a creer que estoy siendo blando con usted— exclamó antes de ella asentir sin animarse a acercarse al escritorio del mago.

— ¿Algo más o me dará mi castigo? —le cuestionó con su mismo tono de voz, cortante y frío.

— Eres una insolente— soltó sin borrar su expresión de molestia de su rostro—. Siéntese— ordenó sin ella tener muchas intenciones de obedecerlo—. No tengo todo el día niña.

— Si no tienes cosas que hacer podría irme por donde vine y así ambos nos ahorramos nuestro valioso tiempo— expresó sin cohibir sus palabras o actitud solo porque estaba delante de él.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora