Capítulo XLIII: Las cosas que nadie más ve

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No estaba segura de que tanto podía perjudicarla haber perdido los estribos con Granger al haberle revelado tanta información sobre su vida, pero tenía la certeza de que si no lo hacía de esa manera tendría que lidiar con ella en otras ocasiones, ...

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No estaba segura de que tanto podía perjudicarla haber perdido los estribos con Granger al haberle revelado tanta información sobre su vida, pero tenía la certeza de que si no lo hacía de esa manera tendría que lidiar con ella en otras ocasiones, y lo menos que necesitaba era tener problemas por ello. Madame Pince no hizo preguntas al respecto al recibir el libro de vuelta y devolverlo a su sitio mientras veía a la bruja salir de la biblioteca a pesar de haber entrado hace menos de media hora allí.

Sin tener un rumbo fijo, una hora libre antes del almuerzo, ni querer volver con sus amigos hasta entonces, sacó su varita para hacer magia no verbal al levantar la poca arena que se encontraban entre las piedras de las paredes hasta constituir un pequeño puñado que flotaba delante de ella a la vez que formaba varias figuras logrando hacerla reír con orgullo por la manera en que ya lograba controlar aquel hechizo, que hace más de una semana le estaba danto problemas.

— Justo la chica que buscábamos— la interrumpieron al subirse en las escaleras y caérsele la arena en estas.

— ¿Tienes algo que hacer? —le preguntó su gemelo enganchando su brazo izquierdo en el derecho de la chica.

— No estoy de humor— les advirtió sin soltarse de su agarre provocando que el otro chico se enganchara de su brazo libre—. Por favor, chicos...

— No vamos a dejarte andar por el colegio con esa cara larga, no sería muy responsable de nuestra parte, ¿Cierto Fred? — exclamó George haciéndole dar la vuelta para continuar por el pasillo en vez de bajar como notaban que era la intención de la azabache.

— Cierto, hermano— confirmó sonriendo ignorando la mirada de reproche de la azabache—. ¿Qué ocurre esta vez con nuestra princesita esta vez?

— ¿Aparte de lo normal? —preguntó con sorna dejándose llevar por los gemelos hasta una de las torres vacías de la torre de los patios de entrenamiento.

— Creí que estarías feliz porque te dejaron quedarte, y sin tu hermano mayor— comentó Fred conduciéndola por los pasillos, que la chica sabía que conocían a la perfección.

— No se los niego, estar en Hogwarts sin Hunter por todo un mes es el paraíso— admitió deteniéndose delante de una de las tantas aulas abandonadas, la cual los chicos abrieron sin problemas. Era lo mágico del castillo, tenía ciento de habitaciones, aulas para los chicos, algunas de ellas no habían sido pisada por alguien en años.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora