Capítulo XLVII: No hay nada que no haga por ella

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El dolor le seguía latiendo en el pecho, como una opresión que no podía irse por más que llorara, pero de alguna manera ya no tenía más ganas de llorar, necesitaba recuperarse por más que le costara

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El dolor le seguía latiendo en el pecho, como una opresión que no podía irse por más que llorara, pero de alguna manera ya no tenía más ganas de llorar, necesitaba recuperarse por más que le costara. En cuanto terminó de bañarse se miró al espejo, notando las ojeras que adornaban sus ojos, y como su esclerótica se teñía de rosado, señal de todo lo que había llorado la noche anterior.

Sin ser la primera vez que lloraba, aunque no por amor, sino por dolor físico, buscó unas frasco para los ojos de la despensa del baño para colocarse un par de gotas en cada globo ocular, logrando que pocos segundos volvieran a la normalidad, lo último que necesitaba era que alguno de sus amigos, o su hermano se enterara de lo sucedido. No necesitaba que nadie le dijera que estaba cometiendo un error, o siquiera que le preguntara por ello.

Lo siguiente a tratar fueron las ojeras, que, con una pequeña pomada, proveniente del mismo lugar que las gotas, logró desparecer, evocando que sonriera de manera falsa a su reflejo en el espejo. Negó con rapidez al no querer fingir estar del todo bien, para luego salir del baño con solo una toalla rodeando su cuerpo, encontrando a su mejor amigo recién levantándose.

— Creí que no ibas a querer salir de la cama en todo el día— mencionó Malfoy bostezando aun soñoliento.

— Estoy cansada de llorar— se limitó a responderle al llegar a su closet y buscar algo de ropa que ponerse—. Si sigo llorando terminaré hundiéndome, y no sé si sea capaz de recuperarme entonces...

— Estaré para recoger los pedazos— le aseguró sonriéndole de lado al sentarse en la cama un poco más espabilado—. Supongo que esta vez sí terminaste con él— intentó mencionar el tema de manera parcial, sin querer presionarla a hablar sino quería hacerlo.

— Tenía que haberlo hecho desde el principio— suspiró colocándose un sostén, y unas bragas blancas—. Quería que funcionara, pero a veces desear algo no es suficiente.

— ¿No crees que estás siendo demasiada dura con el tejón? —escupió la pregunta observando cómo la chica se tensionaba por sus palabras, aun estando de espaldas a él.

— Es un gran hombre— aceptó pasando sus manos por un suéter negro para colocárselo—. Pero ese es su problema, es muy inocente como para poder enfrentarse a mi padre y no caer en su engaño— añadió al terminar de acomodarse la pieza de ropa.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora