La cuna II parte

Despertares

Con mucho cariño, les traigo este capitulo que quizás muchos anhelaron desde el momento que descubrieron que Jeimmy estaba en "estado de coma" 

Son 27 páginas y si no decidí dividirlas fue para que tenga una mejor comprensión y también para no matarlos mas de la angustia jeje. Les reitero que este no es el capitulo final. Cuando eso sucede créanme que lo sabrán no solo por la palabra fin en letras mayúsculas sino porque habremos atado todos los cabos sueltos o por lo menos los angulares, ya que siempre me gusta dejar algo a su imaginación.

Sin más los dejo con el capitulo "Despertares"

Pov Jeimmy

—Jeimmy ¡Jeimmy! Te estoy hablando.

Precipite mi mirada hacia ella, gire la cabeza a la derecha allí estaba ella, mamá sujetando el volante conduciendo, realice un rápido autorreconocimiento de mí mismo, estaba sentado a su lado como copiloto, mis tenis, pantalón de mezclilla y playera estaban secos; baje la víscera y me mire en el espejo tocando mis mejillas con las yemas de mis dedos

—Jeimmy Douglas —respóndeme exigió mamá

—Ahhh... ¿Qué decías? Perdón es... qué no te escuche, estaba distraído.

—Ahora resulta ¿no? Que conveniente jovencito; no te preocupes con mucho gusto te lo repito.

La sensación a partir de este punto era extraña, supe que yo ya había vivido esto. El camino frente a nosotros estaba mal alumbrado, sin embargo, la visibilidad aún era alimentada por los últimos rayos de sol ocultándose, las reparaciones sobre el puente habían estrechado la vialidad de circulación, me encontraba al final de esa tarde, ese último recuerdo atascado, oculto bajo miles de escombros, el tramo del puente que nos llevaría rumbo a la cabaña

Su timbre de voz enfadado con un tono desaprobatorio devolvió mi atención a la arruga de su entrecejo

—Te decía ¡Qué estoy hasta aquí, de tus quejas! —me regaño. Llevándose una mano a la cabeza señalo —aún no oscurece, ve apenas está atardeciendo. ¡El camino sí, lo sé! Esta hecho un desastre. No tienes que repetirlo cada minuto, el mismo mecánico nos lo advirtió, está en reparación, pero es suficiente, no quiero escuchar una sola queja más, solo mantente sentado en silencio.

En ese momento sentí una sacudida en todo mi cuerpo que me expulso al asiento trasero, dejándome reducido a un observador; esta era la película de mi vida y justo ahora solo podía seguir su desarrollo, desde un segundo plano, era lógico esto ya había sucedido y no existía forma de que yo pudiera cambiarlo; aunque esto solo lo hacía más desesperante, me sujete de los asientos inclinándome hacia adelante quedando sentado al borde del asiento trasero intercalando mi mirada entre el sermón que mamá me estaba brindando y mis gestos de fastidio y enojo, ella me dio dos palmaditas sobre la pierna y con un tono más animado menciono

—Ya quítame esa cara, te tengo una gran sorpresa al llegar a la cabaña, una que hará que todos los inconvenientes del camino valgan la pena. —encenderé la radio —afirmo sintonizando una estación. Estática era todo lo que se captaba.

Ladeé los ojos y resople al cruzar los brazos, encajando la barbilla en mi pecho, para este punto la única cosa que me haría feliz es que mamá diera marcha atrás y como eso no sucedería preferí guardar silencio, estábamos entrando al puente cuando metió su mano debajo del asiento y se semi agacho quejándose

—¿Qué hace esta bolsa aquí? A caso quieres que nos matemos ¿sabes lo peligroso que esto puede ser? —pregunto al mismo tiempo que la ondeo frente a mi rostro asegurando —Esto es tuyo, te dije que lo pusieras en la cajuela.