Pov Helen
Recosté la cabeza en el respaldo, cerré los ojos, reviviendo el pasado en mi cabeza.
Mis padres y mi hijo mayor estuvieron conmigo el día del traslado de Jeimmy a la cabaña. Una vez que estuvo instalado en mi habitación. Quede atónita ante la sorpresiva noticia:
Mi padre me comunicó que Dylan viviría con él y mi madre, pasaría las tardes con Jeimmy y conmigo, quedándose uno o quizás dos fines de semana en la cabaña, pero eso era todo, su nuevo hogar sería al lado de ellos, la habitación de invitados sería su recamara «para él solo», me dijo ilusionado.
Al parece mi padre ya había contemplado todo. Disponiendo sin consultarme, pero ¿Qué podía decir? ¿con qué derecho podría quejarme?
«Mi hijo mayor, ya no viviría conmigo», acepté y me guardé la tristeza.
—¿Es esta una decisión tuya o de tu abuelo? —interrogué a mi hijo —En un último intento
Sentado en el sofá a un lado de mi padre, volteo a verlo a él con inquietud y luego a mí, paso saliva para aclarar la voz.
Mi padre palmeó su rodilla animándolo a hablar.
—De ambos, mamá sé que aquí en Riviera de dos lagos, sigo siendo menor de edad para efectos legales hasta los veintiún años y qué si tú te opones deberé aceptar continuar viviendo contigo, pero...
—¿Tú, quieres vivir con tus abuelos? —lo interrumpí.
—Sí —respondió con determinación.
—Entonces por mi está bien —respondí con un nudo en la garganta.
«Claro que no estaba bien, pero se veía tan animado. No podía oponerme».
—Lo dices en serio, mamá —preguntó incrédulo, conteniendo la emoción.
—Claro que sí mi amor, lo que tú consideres que es mejor para ti, yo lo aceptó —conteste.
Se puso de pie y se acercó al sillón, dónde me encontraba sentada frente a ellos, se inclinó y me estrecho en un fuerte abrazo
—Gracias mamá, te prometo que no tendrás quejas mías del abuelo, y vendré todos los días a ayudarte con Jeimmy —prometió
Un año atrás mi hijo hubiera objetado, se habría rehusado, pero ahora no solo se mostraba de acuerdo, sino también contento. no podía quejarme, mucho menos molestarme yo misma había provocado todo esto, desde el momento en que le delegue su rehabilitación y cuidados a mi padre. Cada vez notaba más como a mi hijo le costaba tener acercamientos conmigo, si antes era complicado que me contara sus inquietudes, ahora que tenía a mi padre, una barrera se había solidificado en medio de nosotros.
En el pasado le había negado tantas cosas que no pude oponerme. Acepté que mi padre podría darle la guía que tanto necesitaba, más ahora, que hace un par de días me confió que había perdido su beca.
«Tenía que encontrar la manera de recuperar a mi hijo, y el primer paso era darle la libertad de decidir con quien quería vivir».
De lunes a jueves no me despegaba de Jeimmy, en cuanto a los viernes me ausentaba dos horas de la cabaña dejándolo con Mary la enfermera de confianza de Matthew, solo para ir a comer a casa de mi padre y regresar por la tarde acompañada de Dylan, algunos fines de semana con su maleta al hombro para quedarse a nuestro lado.
Esa tarde al girar la llave en la cerradura y abrir la puerta, esa batalla campal llego a mis oídos desde las escaleras que conectaban la sala con las habitaciones.
![](https://img.wattpad.com/cover/253520940-288-k807834.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La cuna II parte
Novela JuvenilEs la continuación de la cuna Titulada El vuelo de las golondrinas Bienvenidos a la segunda parte de la Cuna. donde tendremos el final. Gracias por seguir aquí. Para los lectores que llegaron aquí y desconocen de la existencia de la primera parte...