Pov Dylan
DOS SEMANAS ANTES.
Inspeccione la sala desde lo alto de las escaleras y una vez que me cerciore de que la abuela se encontraba sola, sentada en el sillón que utilizaba para leer, bajé con pasos suaves y movimientos sigilosos, al estar a unos metros detrás de ella, giré sobre mis talones arrepintiéndome, acobardado dispuesto a volver a mi habitación.
—Didi mi amor, ven acá —me llamo con su tono cariñoso.
Me acerque mordiéndome el labio inferior y escondiendo mis manos dentro de los bolsillos de mi sudadera.
—Sí Taita ¿Qué paso? ¿se te ofrece algo? —le pregunte.
Se retiro sus lentes y coloco el libro sobre la mesa de media luna a su lado, señalo el sillón frente a ella para que yo me sentará, obedecí presto.
—A mí no, pero creo que tú quieres preguntarme algo, de lo contrario no llevarías más de media hora dando vueltas en el pasillo de arriba y observándome desde las escaleras —uso ese tono suave que utilizaba para brindarme confianza, cuando yo me comportaba inseguro.
Sonreí nervioso, me había pillado.
—Ammm... sí, es qué ¿sabes? tengo algunas dudas y bueno, en el colegio ya ves que solo somos chicos y sí les pregunto algo así se burlarán y a mamá, ni pensarlo, hace unos años que le dio por darme "la plática" fue bochornoso no hablaba de otra cosa que no fueran óvulos, espermas y lo que le pasaría a cierta parte de mi anatomía, si me atrevía a hacerla abuela antes de terminar mis estudios...
—¡Ay! Tú madre, a veces le falta tanto tacto —se quejó —No te preocupes, a mi puedes preguntarme lo que quieras ¿es respecto a chicas? —las comisuras de mis labios ascendieron tímidamente y apenado realicé un sutil asentimiento.
—Bueno, a una chica en específico a Melissa —le aclaré.
Ante su silencio paciente para que continuara, proseguí buscando hallar las palabras correctas.
—Es que cuando íbamos en la preparatoria ella un día me presentó como su novio así de la nada, yo creí que solo bromeaba, después nos juntábamos en el receso, a veces, pero solo me daba la mano y dos veces uno que otro beso en la boca, de piquito nada atrevido, hasta que en una fiesta... Mhhh bueno nos besamos más y... omitiendo los detalles, ahora que nos hemos vuelto a ver, pues como sabes, ella viene cada mes y bueno, el punto abuelita es que yo nunca le pedí formalmente que fuéramos novios y lo último que quiero que piense es que solo es una distracción para mi... y no sé.
—¿Quieres pedirle que sea tu novia? ¿Y no sabes cómo? —respondió obviando.
—Hijo habérmelo preguntado a mi muchacho, pedir la mano de una chica son cosas que debes hablar conmigo, ya sabes una charla de hombre a hombre —vocifero el abuelo, salió de su despacho y se invitó sentándose a mi lado, palmeó mi hombro con una sonrisa de par en par que se le borro por la cara de desaprobación de la abuela.
—A lo que me refiero hijo es que está bien que pienses en las chicas sin embargo apenas cumplirás 20 años... y... lo primero es terminar los estudios y...
Ella lo interrumpió
—Harold Novak, sí te estoy viendo así no es por lo que el niño, dijo.
Sino por ese machismo tuyo como que "son cosa de hombres", el compromiso es cosa de ambos géneros y además te adelantas, no escuchaste a Dylan, él solo quiere pedirle que sean novios y lo que está buscando es una perspectiva femenina por eso me busco a mí.
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La cuna II parte
Teen FictionEs la continuación de la cuna Titulada El vuelo de las golondrinas Bienvenidos a la segunda parte de la Cuna. donde tendremos el final. Gracias por seguir aquí. Para los lectores que llegaron aquí y desconocen de la existencia de la primera parte...