Pov Adán
Mi padre airado elevaba la voz y realizaba aspavientos al señalar a Meredith, la acusaba de tergiversar sus palabras a su beneficio, ella se centro en reclamos que iban desde su noche de bodas, hasta una de las clásicas "nunca me dedicaste el tiempo que me merecía" aquello iba más de ellos que de el porque mi madre no me visito ni una sola vez cuando salí del hospital, de nuevo al igual que de niño, me convertí en el punto de arranque de sus discusiones "el pretexto para encender la mecha".
Abandoné la escena y me encaminé dispuesto a marcharme, sino hubiera estado tan apresurado, habría recordado porque al llegar no use la entrada principal y opte por bordear la barda hasta la puerta lateral, aunque aquello confirió un mayor esfuerzo, las enredaderas floridas que trepaban por el marco superior adosado a la verja, no dejaba pasar el mínimo rayo de luz y como resultado ese pequeño tramo se convertía en un resbaladizo pasadizo húmedo lengüeteado por el moho y pensar que al llegar y examinar el lugar fue en lo primero que reparé, incluso tuve la precaución de rodear la entrada principal, pero ahora que solo quería alejarme de ellos y uno más de sus interminables altercados, olvide ese dato y solo me apresure, fue en la última fracción de segundos que la muleta derecha se patinó, perdí el equilibrio, la otra giró y salió despedida de mi axila, en esa centésima de segundo recordé porque no debía pasar por ahí, el sonido metálico alerto a mis padres, que al unisonó voltearon, el golpe fue conciso mi cabeza recibió todo el impacto, no logre asirme de nada, caí como un muñeco desarticulado que su titiritero ha cortado los hilos. El impacto me hizo cerrar los ojos, al abrirlos, lo primero que desencajo fue el fallo en el entramado de la tira óptica de la secuencia de imágenes, dos escenas dentro del mismo fotograma, mi padre que se aproximó a toda carrera, al mismo tiempo que le gritaba a Meredith que le llamara una ambulancia, su presencia vicio el aire, ahí tendido no tuve que buscar mucho su sombra me cubrió, hice eleve la barbilla y miré hacia atrás, apareció de pie a escasos centímetros de mi cabeza, esto era como estar dentro de una película grabada con errores de sincronía, sin tiempo de detenerme a hacer una inspección del daño que me cause, motivado por su sonrisa ensanchada, apoye las manos en el piso, despegue la cabeza del piso, un mareo que ignoré me sacudió, como pude me giré arrastrándome en sentido contrario a él que como una araña disfrutaba de ver a su presa mal herida intentando escapar de su fatídico fin, el pánico llego en el justo momento que a gritos llame a mi padre y su imagen que estaba a por llegar a mi lado desapareció, como sí el cineasta notará el fallo, sustrayéndolo de la escena.
Cedric, se acercó sin prisa, ese graznido desde lo alto del cielo sonó equidistante, levanté la cara con la respiración en pausa, ahí no había nada, sin embargo «el somormujó». era inconfundible, aunque no pudiera verlo supe con temor que debía estar cerca, al acechó aguardando.
Recosté la espalda sobre el marco del arco, agitado por el esfuerzo, enfrente a Cedric con la mirada.
—Eres el más antiguo de mis chicos, el primero. Ha sido un camino largo, pero esté es el final del laberinto, ambos supimos que todo terminaría de este modo, no te resistas te daré la oportunidad de irte caminando a mi lado, dejaremos a mi somormujó, fuera de esto —al decir eso un canto melancólico se escucho —ante la partida de alguien siempre canta —mencionó.
—¿Me estás dando la oportunidad de marcharme con dignidad? Y ¿si digo que no?
—El somormujó te clavara las garras y te llevara, por lo general de los hombros, aunque quien sabe últimamente le gusta tomarlos por el estómago.
—En ese caso, serías tan amable de alcanzar mis muletas y dármelas.
—Ya no las necesitas, levántate.
—Al primer intento, estuve de pie —casi sonrió de la emoción. Cuando recordé a dónde me llevaba.
Algo sucedía, el canto del ave se frenó, Cedric miró al cielo y ese par de abismos que tenía por ojos quedaron fijos, apresurado reaccionó.
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La cuna II parte
Teen FictionEs la continuación de la cuna Titulada El vuelo de las golondrinas Bienvenidos a la segunda parte de la Cuna. donde tendremos el final. Gracias por seguir aquí. Para los lectores que llegaron aquí y desconocen de la existencia de la primera parte...