¿Que si corrí?
Bastante.
¿Que si me escondí?
No había ni un lugar en el que esconderse. Y ponerse detrás de un árbol no era para nada seguro si la luz de la luna alumbraba prácticamente todo.
Así que lo único que hice, fue sentarme contra un árbol. Apoyé mi cabeza contra el tronco y observé la pequeña cuchilla en mis manos. ¿De verdad pretendía herir a alguien con éste objeto? Era afilado, pero no lo suficientemente mortal. Miré entonces al frente, enfocando mi vista en la nada. ¿Acaso pretendía matar a alguien? ¿Cómo demonios iba a hacerle daño a alguien?
Y antes de que mi cerebro formulara otra pregunta, me levanté rápidamente y di un paso atrás al observar un cuerpo avanzar hacia mi rápidamente. Se detuvo cuando di un paso atrás y una sonrisa divertida se formó en su rostro. Era uno de, al parecer, los dos amigos de Oliver. Observaba la cuchilla en mi mano con diversión.
-La verdad, pensaba que ya estarías muerta- murmuró caminando lentamente hacia mí.
Yo imité sus pasos, pero hacia atrás.
-¿De verdad estás siguiendo las locas indicaciones de tu amigo?- pregunté, empuñando en mi mano fuertemente la cuchilla.- ¿Acaso no te das cuenta de que sólo uno puede salir de aquí?
-Sí, ¿y?- preguntó tranquilamente, provocándome un escalofrío.
-Pues que también tendrás que matar a tu otro amigo.
Se hizo el sorprendido, burlándose de mí. Y tras detenerse por unos segundos, echó a correr hacia mí. Maldije el no haberme quitado la capa ya que era difícil correr con ella.
Sentí cómo tiró de ésta, y mi cara chocó violentamente contra el suelo al caerme. Me di la vuelta rápidamente para detener con mis manos el cuchillo que iba dirigido directamente a mi cuello. Fue entonces cuando desperté. Y el despertar me sintió como miles de agujas atravesando mi cuerpo.
Esto era real.
Esto iba en serio.
-¡Maldita sea! - grité cuando logró hacerme un corte en mi antebrazo.
Le di una patada en el pecho, alejándolo unos segundos de mi, lo suficiente para agarrar una piedra grande y estrellarla contra su sien. Soltó un grito de dolor y se levantó, tambaleándose. Me dió tiempo para quitarme la capa y tirarla al suelo para después agarrar el cuchillo que él había dejado en el suelo. Guardé mi cuchilla en mi bolsillo trasero y apreté la mandíbula cuando subió la mirada para mirarme con odio.
-¿Vas a matarme?- rió sin gracia- ¿Podrá la buena de Kimberly vivir con la culpa?- dijo con voz de niño.
Le miré con cinismo.
ESTÁS LEYENDO
AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|
Romance[PRIMER LIBRO TRILOGÍA AMOS] Érase una vez un ángel y un demonio. El ángel conquistó al demonio con su perversa mirada y el Demonio conquistó al ángel con su inocencia. Desafiando las reglas de sus creadores se atrevieron a enamorarse. Así como es...