⛥Maratón 1/3⛥Los primeros minutos fueron agonizantes.
La espera era cada vez más insoportable ya que le daba ventaja a mi mente para crear sus propias teorías y escenas. Escenas las cuales acababan en tragedia. Volviendo a levantarme del suelo, me dirigí hacia la mesa de suministros para volver a cambiar el trapo de mi mano, la cual ya estaba empapado de sangre.
Y en el momento en el que terminé de atar el nuevo trapo alrededor de la herida, escuché la puerta de la sala cerrarse. Me fui girando lentamente para encararlo. Dejó ir el pomo de la puerta para mirarme con cierta emoción en su mirada. No supe descifrar tal emoción pero decidí ser la primera en hablar.
-¿Qué estás haciendo aquí?
Estaba condenadamente atractivo. Su chaqueta de cuero y su camisa blanca combinaban elegantemente con sus zapatillas y sus pantalones apretados. Dio varios pasos hacia adelante, observando los libros que había situados en el centro de la sala, sobre la sábana morada. Su piel increíblemente blanca relucía incluso con únicamente la luz de las velas alumbrando la sala.
-Podría hacerte la misma pregunta.
Como cada vez que escuchaba su voz, un temblor se manifestó en mi interior. Mordí el interior de mis mejillas al verlo a unos cuantos centímetros de la sábana. Se detuvo y levantó la mirada, ladeando la cabeza.
-¿Qué has estado haciendo?- preguntó, señalando mi mano con la cabeza.
-Un amarre.
Murmuré cruzando mentalmente los dedos para que entrara de una vez dentro del círculo. Me miró, levantando una ceja.
-¿Eso es lo que has estado aprendiendo con Efona?
Me tensé, frunciendo el ceño.
-¿Cómo sabes que e estado con ella?- pregunté, intentando no titubear cuando echó a caminar hacia mí con lentitud.
-Alexander- se limitó a responder, sin apartar su mirada de mí.
No pude evitar que mi respiración se acelerara pero no podía mover músculo alguno.
¿Y si me movía con nerviosismo? Estaba segura de que me delataría a mí misma. Eddy se detuvo a unos cuantos centímetros de mi cuerpo, sin importarle el espacio personal, y medio sonrió apoyando sus manos en la mesa a mis espaldas. Encerrándome.
Éste no era el plan.
-¿Y cuál es tu plan?
Mi rostro se transformó a uno completamente serio y le observé en silencio por unos segundos. Sentí un terror en ese momento el cual llevaba tiempo sin sentir. ¿Había leído mi men-
-Me produce curiosidad. ¿Acaso pretendes enamorar a la fuerza a alguien?
Disimuladamente dejé salir el aire que estaba conteniendo y medio sonreí forzadamente.
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AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|
Romance[PRIMER LIBRO TRILOGÍA AMOS] Érase una vez un ángel y un demonio. El ángel conquistó al demonio con su perversa mirada y el Demonio conquistó al ángel con su inocencia. Desafiando las reglas de sus creadores se atrevieron a enamorarse. Así como es...