-¿Y se equivocaba?Mi mirada fulminante hizo que Alexander levantara las manos, en señal de paz.
-No empieces tú también, por favor- susurré observando a los árboles y su oscuridad a nuestro alrededor.
Llevábamos estacionados un buen tiempo, comentando lo que me había pasado en casa. Hasta que mi mejor amigo decidió arruinar el momento preguntando si Steve se equivocaba en cuanto al estar poseída.
-¿Me contarás un día de estos lo que sucedió?- preguntó, mirando a la nada también.
Suspiré de forma sonora.
-Desde que has vuelto, estás insoportable Kimberly- fruncí el ceño sin querer dejar notar el dolor que esas palabras provocaron en mí- Sentimos una energía extraña cuando estás con todos en la capilla- fruncí más el ceño- Y no ayuda en nada el carácter tóxico y frío que has adquirido.
Asentí lentamente, en silencio.
¿Con que, una vez más, vuelvo a ser yo la mala?
-Es gracioso, ¿sabes?- murmuré, desabrochándome el cinturón- Antes cuando era débil e insegura, todos querían a Kimberly. Y ahora, que siento la seguridad y el poder recorrer mis venas, todos os apartáis de mi. Tachándome de mala.
Alexander me observó en silencio.
-Y es gracioso que mi propio mejor amigo, el cual me defendía en cualquier situación, ahora se une a las opiniones de los demás.
Salí cerrando la puerta de un portazo.
-Kimberly, debes entender que-
-Yo ya no tengo nada que entender, Alexander- le encaré, abriendo el maletero para coger mi capa.- Noto cómo me juzgas con la mirada. Y créeme, no lloraré si decides alejarte de mí.
Su ceño se frunció mientras yo me enfundaba en la capa.
-¿De qué demonios estás hablando?- dijo agarrándome de la muñeca- Eres como mi hermana y ésta situación me está preocupando.
Apreté la mandíbula.
-¿Soy como tu hermana?- pregunté, mirándole fijamente a los ojos. Asintió- Pues entonces compórtate como un jodido hermano.
Y zarandeé con fuerza mi muñeca de su agarre.
Ignoré sus palabras en el camino hacia la capilla. No entendía porqué no se me aceptaba ahora. ¿Acaso iba arrancando cabezas y comiendo corazones? ¿Y de qué energía hablaba? Sabía que desde mi unión con Aradia mis sentidos y palabras habían cambiado bastante. Y sabía que mi nuevo carácter podía llegar a preocupar a los demás.
¿Pero sentir una energía extraña? ¿Sería posible el que pudieran sentir a Aradia?
Al llegar a la capilla no fue necesario el entrar, ya que todos estaban reunidos en el pasto, a unos cuantos metros de la ésta. Cesaron su charla al percibir mi presencia a lo lejos. Eddy, quien posó sus ojos en mi al instante de aparecer, cerró el libro que traía en sus manos para dárselo a a Jacob, quien rechazó mi mirada al instante de cruzarse con ella.
ESTÁS LEYENDO
AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|
Romance[PRIMER LIBRO TRILOGÍA AMOS] Érase una vez un ángel y un demonio. El ángel conquistó al demonio con su perversa mirada y el Demonio conquistó al ángel con su inocencia. Desafiando las reglas de sus creadores se atrevieron a enamorarse. Así como es...