99⛥The Battle

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Capítulo dedicado a YerisiPrez

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Capítulo dedicado a YerisiPrez



Era el momentos menos inoportuno, pero mi compasión gobernó sobre mi razón.

Apoyé la frente contra los barrotes y maldije todo lo existente antes de empezar a escalar estos.

La mansión estaba a oscuras por lo que evité quedar bajo la luz de las farolas. Me dejé caer hacia el otro lado y caí de pie, mirando como posesa a todos lados. Ni siquiera había guardias vigilando. Saqué la daga entonces de mi bolsillo trasero y la empuñé con fuerza. A medida que avanzaba hacia él podía sentir cómo mis venas empezaban a escalar por mis muñecas. No era una buena señal.

-¿Quién es?

Me arrodillé a su lado. Llevó las piernas junto a él, con vergüenza.

-Kimberly, desgraciadamente.

Soltó un quejido demasiado alto cuando sus muslos rozaron su pecho. Me fijé detenidamente en éste y un escalofrío me recorrió al encontrar similitud con las heridas que tuve en la espalda.

-¿Qué demonios está pasando? -susurré a la vez que le ayudaba a alejarse del agua, el cual iba a causar que sufriera una hipotermia.

La piel de sus labios estaba completamente morada y los temblores que emitía su cuerpo no le permitirían sobrevivir por mucho tiempo más. Posé mi mano sobre su brazo, provocando que se encogiera al instante. Me arrepentía de no haber traído mi abrigo.

-Me castigan por no ser leal a mi puesto. -tartamudeó, dejando caer su cabeza sobre su brazo alzado.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí? -susurré.

Observaba en todo momento las ventanas de la mansión.

-Tres días.

Mis cejas se alzaron automáticamente.

-No sobrevivirás por mucho más. -murmuré para mi misma.- Si pudiera romper...

Alzó la cabeza y frunció el ceño ante el estruendo que emití al tirar de las cadenas.

Era notable que él ya lo había estado haciendo ya que había varias grietas en el cuello del dragón. Empecé a buscar algo para poder romper la cadena o para poder arrancarle al dragón la cabeza, pero todo a mi alrededor era vegetación.

-Es inútil. Me rendí ayer.

Le observé fijamente.

No tendría más años que yo. Me seguía intrigando el cómo había llegado a ese puesto. Inspiré hondo para después empezar a tirar una y otra vez de la cadena. Pequeñas partículas de mármol saltaban del cuello del dragón, pero seguía siendo inútil. El estruendo que emitían las cadenas provocó que encendieran la luz de una de las habitaciones de la segunda planta. Sostuve el aire en mis pulmones cuando una figura femenina apareció en mi campo de visión.

AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora