51⛥Intruder

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⛥Maratón 2/3

-¿Has traído a alguien contigo?

Eddy negó lentamente, fijando la mirada en la puerta de la sala.

Al principio había sido un pequeño golpe el cual ambos pasamos por alto. Pero cuando se escuchó un leve quejido, supe que algo iba mal. Fruncí el ceño y señalé a Eddy con el dedo mientras echaba a caminar hacia la puerta.

-No te muevas. Ahora vuelvo.

-Ni que pudiera ir a algún lado.- le escuché decir con sarcasmo al cual hice caso omiso.

No pude evitar sentir cierta inseguridad al tener el oscuro pasillo de la capilla ante mí.

-¿Dejaste abierta la trampilla?- le pregunté sin girarme.

-Sí.

Apreté los labios con fuerza.

A veces me resultaba incluso ofensiva su estupidez, por muy sabio que se pudiera llamar a sí mismo. Pero con la mano sana formando un puño, saqué valor para caminar lentamente hacia las escaleras.

Quise subir éstas pero un ruido en el baño captó mi atención. Inspiré hondo, estirando mi mano hacia el pomo de la puerta, pero antes de darme siquiera ventaja de imaginarme horrorosos desenlaces la puerta se abrió con rapidez y un cuerpo chocó contra el mío. Caí con brusquedad al suelo y levanté la mirada al instante para visualizar a una persona subir corriendo las escaleras. Sin hacerle caso al dolor de mi espalda subí rápidamente éstas, alcanzando a agarrar uno de los pies del intruso. Éste soltó un quejido varonil cuando su cuerpo se estrelló contra el suelo.

Me adelanté y salí por la trampilla. El gélido frío de la noche chocó contra mi rostro el cual se encontraba estupefacto ante el tipo que aún estaba en el suelo, sujetándose con dolor la ceja derecha de la cual sangraba.

-¿Quién eres y qué estás haciendo aquí?- pregunté cuando se levantó con torpeza.

Era bastante joven y con un gusto peculiarmente especial para vestir. Sus pantalones necesitaban ser cosidos con urgencia y su camisa de manga corta iba por el mismo camino. Su rostro poseía algunos extraños tatuajes y su cabello rubio estaba recogido en una cola de caballo. No encontré nada amenazante.

-Me e perdido. Estaba con unos amigos fumando y... la hierba juega malas pasadas- rió dando unos pasos hacia atrás, observándome detenidamente.

-¿Has escuchado algo allí abajo?- le pregunté.

-Si te soy sincero estoy escuchando cosas incluso ahora- dijo soltando una risa histérica- No debí de haber salido hoy de casa.

Asentí, indicándole el alejarnos de la capilla.

-Concuerdo con eso. Será mejor que vuelvas y-

-Deteneos.

Me quedé paralizada en mi lugar.

AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora