-Iba conduciendo de vuelta a casa cuando vi la silueta de un hombre en frente de mí. Perdí el control del volante al intentar esquivarlo y acabé chocando contra un árbol- expliqué- Ese hombre que más tarde desapareció fue el causante de esto- arremangué mis brazos para mostrarles las más de diez tiritas en mis brazos.- Tenía los brazos llenos de sangre y cuando Ed... cuando el Amo se acercó a ayudarme, tocó mi sangre y ambos fuimos arrojados a un lado de la carretera.
-Como imanes...- susurró Tracy, acariciando suavemente las tiritas de mi brazo derecho.
Asentí.
-E estado revisando noticieros y pasó todo tras el accidente. Ambos estuvimos inconscientes por un tiempo. Y durante ese tiempo fue donde se manifestó el temblor.- explicó Eddy.
-Qué extraño todo...- susurró Richard, observando cómo yo volvía a bajar las mangas de mi toga.- ¿Alguien más a tocado antes tu sangre?
Fruncí el ceño.
-No que yo recuerde- contesté, observando cómo Eddy ladeaba la cabeza.
Por su mirada podía intuir que algo había cruzado su mente.
-Buena idea, Richard- dijo, echando a caminar hacia la mesa de materiales.
Volvió al triángulo con un simple cuchillo.
-Me gustaría proponerte algo- se dirigió a mí- Me gustaría poder observar si ocurre lo mismo con los demás.
No hacía falta que explicara mucho más.
Suspiré, observando de reojo a Alexander, quien miraba desconfiado el cuchillo que poseía Eddy. Básicamente sería hacerme un corte y manchar con mi sangre la mano de cada uno. Eddy hizo un movimiento con la cabeza y Hades alzó el vuelo.
Inspiré hondo y asentí, de acuerdo con su idea. Al fin y al cabo sería algo que nos serviría como un avance en éste extraño descubrimiento.
-¿Esto es seguro?- preguntó Priscila.
Medio sonreí al ver a Tracy rodar los ojos. No era ningún secreto que su presencia no era bienvenida en éste grupo. Seguía sin comprender su presencia, a decir verdad.
-¿Quieres la verdad o la mentira?- preguntó sarcásticamente Jacob.
No hizo falta obtener respuesta de Priscila.
-Formad una fila recta, por favor.
Tras obedecerle, Eddy me tendió el cuchillo.
Al tenerle cerca, fijé mi mirada en la herida de su labio. Su hinchazón había disminuido y poco a poco estaba adoptando un color morado. Notó dónde estaba puesta mi mirada, y hasta que nuestras miradas no se entrelazaron no habló.
-El procedimiento será hacerte un pequeño corte. Irás uniendo tu mano con cada uno de los presentes- explicó tendiéndome el mango del cuchillo- Se bien que no necesitas ayuda.
ESTÁS LEYENDO
AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|
Romance[PRIMER LIBRO TRILOGÍA AMOS] Érase una vez un ángel y un demonio. El ángel conquistó al demonio con su perversa mirada y el Demonio conquistó al ángel con su inocencia. Desafiando las reglas de sus creadores se atrevieron a enamorarse. Así como es...