82⛥The Destiny

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Maratón 3/3

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Maratón 3/3

Samael le dirigió una rápida mirada antes de volver a observarme.

-Abundan por el castillo de tu madre. Éste en concreto se llama Silas. -explicó, dándole un suave cabezazo.- Es el más travieso de todos y su pasatiempo es seguirnos y espiarnos sin permiso alguno.

Silas desvió la mirada como si le ofendiera dicho comentario.

Volvió a alzar el vuelo y durante los siguientes minutos estuvo volando a nuestro alrededor.

Llevé mis manos a mi espalda, recorriéndolo brevemente con la mirada.

¿Cómo demonios tenía el pelo así de hermoso? ¿Así de sedoso? Sin lugar a dudas sufría de bipolaridad intensa. ¿Era normal tener pensamientos como éstos en una situación como ésta?

-Prefiero el campo de rosas negras de Aradia.

Devolvió la mirada a mí.

-Tranquila, no volverá a hacer esos actos de presencia. Ni tampoco a confundirte con cosas absurdas.

Fruncí el ceño.

-¿Le das órdenes a la hermana del mismísimo Lucifer?

Una sonrisa de dientes perfectos se dibujó en su rostro.

Poseía más de un diente de oro ahora que me fijaba bien. Su blanca piel se ensombreció cuando ladeó la cabeza.

-Yo nunca ordeno. Propongo, luego es decisión de cada quién el aceptar tal propuesta o no.

Fue mi turno de sonreír.

¿Cómo podía alguien ser tan arrogante y ni siquiera darse cuenta de ello? Le indiqué su espada con la mirada.

-¿También tienes las manos sobre la espada cuando haces tales propuestas?

Ésta vez una rebelde sonrisa se apoderó de sus rosados labios.

Al menos me quedaba tranquila al saber que Aradia no volvería a hacer otro acto de presencia similar al de la otra noche. Samael me abrió paso para indicarme que lo acompañara en una caminata. Esa caminata conducía al volcán y a una cercanía para nada segura pero no queriendo lucir temerosa bajo su mirada acepté, andando con el sonido irritante de su armadura a mi lado.

-Madre a estado visitándome también. -le informé aunque por su expresión no era algo que desconocía.- En su última visita logré quitar el velo que cubría su rostro y como cobarde huyó.

-No hables así de tu madre.

Rodé los ojos.

-Por favor ya he tenido hoy suficiente con Deimos tratándome como una niña...

La sonrisa se borró de sus labios mas no la diversión de su mirada.

-Debes de controlar tu lengua, entonces. Sólo así...

AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora