-¿Qué está pasando?
Me vestí rápidamente, escuchando a mi abuela alterarse más que yo en ese momento.
-Tengo que ir a la casa de la familia Douglas.
Agradecí que simplemente se mantuviera en silencio. Me pasé el peine por el pelo rápidamente, recogiéndolo en una coleta alta. Tenía unas ojeras enormes y la piel pálida, pero como no era momento de preocuparme en si maquillarme o no, decidí terminar de prepararme antes de que Alexander pasara a recogerme.
Me calcé unas zapatillas y acompañé mis pantalones negros y mi camisa blanca con una chaqueta de cuero. Cuando terminé de atarme los cordones de mis zapatillas, elevé la mirada hacia mi abuela, quien no se había movido de la puerta.
-¿Hay algo entre tú y el hijo adoptivo de esa familia?- murmuró, elevando una ceja.
Inspiré tanto aire como mis pulmones pudieron absorber para después apretar los labios. ¿Porqué todo el mundo me hacía la misma pregunta?
-No, abuela- dije soltando todo el aire. Ladeé la cabeza- No solo paso el rato con Eddy. También con Tracy, su hermana.- enfaticé lo último- Te contaré todo cuando podamos sentarnos tú y yo en el sofá, tranquilas- dije levantándome y poniendo mis manos en sus hombros- Pero ahora mismo, tengo que intentar resolver una situación importante. Y de mí depende que las cosas emporen o no.
Notaba la curiosidad y la preocupación en sus ojos cansados.
Ahora lucía un poco tranquila y más comprensiva, pero temblé al recordar que le debía de contar sobre el tatuaje que tenía también. Creo que ese punto, puede que acabe conmigo en la calle.
Simplemente asintió, y juraría que se mordió la lengua para evitar decir algo. Un pitido nos hizo movernos a las dos. Alexander ya estaba fuera. Caminé a paso rápido hacia la puerta y le di un beso en la frente a mi abuela, tras agradecerle por tenderme el móvil.
-No te preocupes si llego tarde. Llámame si necesitas algo, ¿de acuerdo?
Mi abuela me dio un beso en la sien, asintiendo. Le dirigí una última mirada antes de echar a caminar hacia el coche de Alexander. En ningún momento elevé la mirada al frente, ya que sabía con lo que me iba a encontrar, o mejor dicho, lo que iba a sentir.
Y ahora mismo una situación necesitaba mi completa atención.
-¿Me está haciendo un efecto secundario la pastilla anti estrés, o acabo de ver a tu abuela dándote un beso?- dijo nada más sentarme junto a él.
-Hemos vuelto a unir lazos- susurré poniéndome el cinturón de seguridad.
Y cuando se puso en marcha, giré mi cabeza para observarlo. Sonreí sin poder evitarlo.
-¿Tanto necesitabas tener esa herida en la frente para lucir como un bad boy?- ronroneé acariciándole la mejilla con mis dedos.
Una risa salió de sus labios. Pero seguía moviendo la pierda derecha con nerviosismo.
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AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|
Romance[PRIMER LIBRO TRILOGÍA AMOS] Érase una vez un ángel y un demonio. El ángel conquistó al demonio con su perversa mirada y el Demonio conquistó al ángel con su inocencia. Desafiando las reglas de sus creadores se atrevieron a enamorarse. Así como es...