90⛥Enemy

2.7K 380 135
                                    

Capítulo dedicado a LindsayNoe6

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Capítulo dedicado a LindsayNoe6


El resto del viaje acabó por ser incómodo.

Me resigné a volver en coche pero casi que hubiese preferido la hipotermia. Había cierta tensión, y no emocional que digamos. Y sabía bien que la tensión venía de mi parte.

Él parecía estar aún molesto por mi pregunta. Pregunta para la cual no respondió siquiera. Cuando el coche se detuvo en frente de la casa de mi abuela el cielo ya se había oscurecido. Apagó el motor del coche y antes de que bloqueara las puertas con seguro fui más rápida y abrí la mía. 

-Kimberly. 

-Buenas noches. -le dije a la vez que volvía a ponerme los guantes, observando de reojo cómo me fulminaba con esos ilegales ojos que poseía.- Ve a descansar o a fastidiar con tus ordenes a alguien más.

-Kimberly.

Me detuve en seco. 

Mi mirada se perdió varios segundos en la puerta cerrada de la casa de mi abuela. Tragué saliva lentamente para después girar sobre mí misma, sorprendida al identificar la dueña de esa voz. 

Observé a la mujer de cabello canoso y vestido blanco, quien me miraba con una tímida sonrisa. Fruncí el ceño a la vez que parpadeaba varias veces para verificar que seguía consciente. 

-¿Efona?

Dió varios pasos para salir de la entrada de la casa de Melanka. Abrazaba su delgado cuerpo con sus brazos en un itento de darse calor. Llevaba un bolso negro colgando de su hombro izquierdo y éste casi cayó cuando, para mi sorpresa y la de Deimos, ésta me abrazó con fuerza. 

Mis manos quedaron suspendidas en el aire, sin saber qué era lo que estaba ocurriendo. ¿Qué hacía ella aquí? ¿Parada en la casa de Melanka?

-Te he llamado varias veces y no he tenido más remedio que venir. -dijo al separarse de mí, agarrando mis manos entre las suyas. 

-Yo... he cambiado de número. -respondí.- ¿Qué haces aquí?

Acarició mis dedos con sus pulgares y antes de ser capaz de responder se escuchó cómo Deimos salió del coche. 

Lo que sucedió a continuación pasó a cámara lenta. Efona dirigió sus ojos por primera vez hacia Deimos, quien cuirioso se acercaba a nosotras. Pero en cuanto fijó sus ojos en él todo color huyó de su rostro. Soltó mis manos para alejarse, dando un traspié. Su expresión fue de una de terror a una de shock. Quise agarrar su brazo al ver que sus labios empezaban a temblar exageradamente. ¿Estaba teniendo un ataque?

-Qué... por todos los dioses... -susurró, llevando una mano a su rostro a la vez que sus ojos se llenaban de lágrimas.

Deimos alternaba su mirada de mí a ella pero mis ojos estaban puestos únicamente en ella. 

AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora