52⛥The Truth

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⛥Maratón 3/3

-Quiero saber la verdad.

Asintió cuando me senté en el círculo, cruzándome de brazos tras aceptar el hecho de que no podía hacer absolutamente nada.

Tonta de mí por no haberle pedido más especificaciones a Efona.

-Y no se te ocurra volver a inventarte nada.- bramé cuando empezó a andar en círculos a mi alrededor.

Asintió.

-No quiero que temas sobre lo que-

-¿Temer? ¿Porqué? ¿Acaso no soy yo la que da más miedo aquí?

No pudo contradecirme por lo que se limitó a asentir para sí mismo de nuevo.

-Llegué hace unos años a Salem.- empezó a explicar- Técticamente mi creador me ordenó el asentarme aquí. Me ordenó el encontrarte.

Me mordí el interior de mis mejillas.

-Estuve años buscando. Años adentrándome entre los primeros Amos y demás órdenes.

-Es mi culpa el no haber pensando las cosas lo suficiente- murmuré más para mí misma que para él- Debí de sospechar algo desde el primer día en que me uní a ésta orden. Estoy segura que en todas las demás hacen sacrificios, rituales y mil atrocidades más. Pero nunca lograba encontrar una respuesta al porqué en ésta todo era tan pacífico.

Eddy se mantuvo unos segundos en silencio.

-¿Cómo has logrado adentrarte en la familia Douglas?

No detuvo su caminata.

-Tengo ciertos... poderes.

-El poder de engañar, dirás- dije con sarcasmo- Te apoderaste de sus mentes y les hiciste creer que eras de la familia, ¿cierto?

Una media sonrisa adornó su rostro.

-Algo así. La mente de Oliver fue la más difícil de controlar.

Oliver.

Mi respiración fue tranquilizándose a medida que pasaban los minutos.

-Tras tantos años tenía por seguro que había fallado en mi misión. Hasta que una noche, una joven emanando inocencia pero transimitiendo seguridad con su mirada se presentó en mi orden- dijo produciéndome un escalofrío de pies a cabeza.

-Me tuviste en bandeja...- susurré, queriendo incluso reírme por la ridiculez de la situación.

Me adentré yo misma en la cueva del oso.

-No tuve sospecha alguna al principio. Pero supe que algo extraño estaba sucediendo desde el momento en que el corazón de la cabra cayó en tus manos.- dijo deteniéndose a mis espaldas- En pocos días me confirmé a mí mismo que la Lilim que estaba buscando, estaba efectivamente en Salem.

AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora