67⛥The Fog

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Maratón 3/3


La relación con los demás ya no fue la misma después del discurso recitado.

Podía sentir la tensión que emanaban.

No podían culparme de nada. No podían culparme de pensar diferente. De ser diferente. Pero comprendía el hecho de que respetaran al amo. Comprendía el hecho de su aprecio y por lo tanto, antes de comenzar con el ritual, decidí ser la primera en hablar.

-No voy a pedir disculpas por lo dicho ya que no siento remordimiento alguno.

Todos, enfundados en las capas negras, me observaron en silencio. Todos menos Tracy, quien permaneció con la mirada baja.

-No os e dicho tal cosa para ofenderos o para ofender al amo. Simplemente el estudio y la comprensión de lo no visible nunca van a ir de la mano con el miedo. Desde tiempos se han realizado doctrinas, prácticas y creencias. ¿Creéis que hubiesen profundizado y habernos honrado con lo que sabemos hoy en día si hubiesen tenido el mismo temor que nosotros?

Cuando no obtuve respuesta alguna decidí darles lo que deseaban, silencio.

Pero me jugaba ambas manos a que un día de éstos acabarían por darme la razón. Dirigiéndome de nuevo hacia el grimorio puse mis manos a ambos lados de la mesa, memorizando bien las palabras que debía de decir. Mientras, los demás se fueron encargando de apagar algunas velas y de encender inciensos de palo santo. Finalmente nos decantamos por un ritual simple para encontrar objetos perdidos. Eddy no era un objeto, pero sí le definía la palabra perdido. Por lo que arriesgándonos decidimos preparar la pócima. Una pócima cuyo color no lucía para nada saludable. Me aseguré de que los ingredientes no eran tóxicos. Mi preocupación tenía que ver más por los demás que por mí. Tras acabar de introducir en la botella tres dientes de ajo pelados procedí a volver con ella al círculo. Tracy me alcanzó cinco vasos de plástico. Mientras servía el líquido morado en cada vaso a mi mente vino otra idea. Sin duda agradecía la divina intuición que había heredado desde la unión.

-Alexander, ¿hay algún objeto aquí que pertenezca a Eddy?

Éste frunció el ceño, pensativo.

Mirando alrededor nuestro acabó por negar. Terminé de servir y volví a la mesa para dejar sobre ésta la botella.

-Creo que hay una chaqueta suya en el baño. Con el tiempo se a olvidado de cogerla.

Al fin Tracy volvió a conectar su mirada con la mía.

Asentí como agradecimiento y con rapidez abrí la puerta de la sala para caminar hacia el fondo del pasillo. Al ingresar en el cuarto de baño no me hizo falta buscar ya que estaba colgada en el perchero de la puerta. Una chaqueta azul oscuro, la cual agarré con delicadeza, sin poder evitar llevar la tela bajo mi nariz.

AMO© |TRILOGÍA AMOS 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora