Dimensión Extraña ¡¡¿Y Tú?!!

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Harry sentía su corazón bombear de manera rápida, algo no le gustaba y estaba ansioso por encontrarlo. Seguía corriendo por esos extraños laberintos y cuando su paciencia se estaba acabando encontró la parte débil de las ilusiones.

Sin considerar que podría encontrar afuera concentró una bola de electricidad que al chocar contra la pared se derrumbo, se paro jadeante en el agujero que provocó notando el panorama.

-¡¡TOM!!- grito al verlo convertirse de manera muy lenta en piedra mientras atacaba con ferocidad a los soldados.

El Riddle giro escuchando la voz de su pareja, pareció relajarse un poco a pesar que la sangre caía de manera constante y empapaba su pelaje negro. Harry se alivio un poco al verlo pero no le gustó para nada que su cuerpo comenzaba a mostrar manchas grises, paseo su mirada por el lugar buscando a sus hijos, abrió los ojos al encontrarlos inconscientes a un lado de Gellert.

La furia se desató en su interior.

-¡Aléjate de mis hijos!- exclamó provocando que los rayos golpearan el cielo y cayeran sobre la tierra en amenaza.

Gellert notó eso y supo que el chico sabía sobre la Estrella del Rayo, apretó los dientes cuando un rayo casi lo golpea y el peso de su cuerpo se duplicaba. Harry Potter estaba utilizando sus poderes y no podía permitir eso.

-¿La Estrella del Rayo?- cuestionó Gabriel sorprendido, era la estrella más codiciada de las cinco Estrellas Reinas, también se la conocía como Thunder Star o directamente como Fulgur.

Un soldado quiso atacarlo pero el lobo se adelanto mordiéndo su cabeza y arrancandosela de un solo movimiento.

-¡Nadie...lo....tocará!- susurró de manera oscura el lobo de nueve colas.

Gabriel se adelanto para atacar al nueve colas pero un rayo impacto en su pecho mandandolo para atrás, aterrizó con un dolor en el pecho y al oler la carne quemada supo que el muchacho era un problema.

-¡Suelten los Ad Somnum!- ordeno con voz clara el General.

Los soldados acataron las órdenes de su General, en el cielo explotaron un poco de bombas con un polvo púrpura que llegó incluso hasta dentro de la mansión. Comenzaron a caer poco a poco, los Gryffindors y sus amigos fueron los primeros en caer dormidos por el polvo.

Luego fueron los lobos demoníacos y las demás personas, Micaela no soportó el ataque y termino inconsciente en el suelo al igual que Christian y su familia. Regulus vio caer a Tenebris y tapándose la nariz para no exhalar el aire, aunque inútil, pudo resistir un poco más y apretó el cristal en donde estaba Sirius con consternación. Snape llegó justamente en el momento en que ese polvo extraño caía, escondiendo cuidadosamente el relicario se tapo la cara con su túnica no queriendo caer como los demás.

Draco hizo regresar a Sapphirus dentro de su cuerpo al verlo caer dormido y se preocupó por Ron. Todos comenzaron a caer dormidos dejando solo a los soldados enemigos, a Draco, Severus, Regulus, Tom y Harry despiertos. Aunque no por mucho.

Harry se tambaleó al haber inhalado ese polvo, la somnolencia estaba apoderándose de su mente y eso no estaba bien, sus ojos comenzaron a caer pero se mantuvo terco para no caer.

-¡Maldita bestia!- gruñó Gabriel al ver a Tom aún despierto y con su cuerpo casi completamente sin nada.

Volvió a lanzarle esas bombas al lobo y ahora la transformación a piedra estaba avanzando más rápido. Apenas se convirtiera en piedra rompería la estatua para que no vuelva a aparecer o ese era su pensamiento cuando sucedió algo que no esperaban.