Dimensión Extraña ¡¡¿Y Tú?!!

[48]

-Siento un mal presentimiento- murmuró Destino sentada en ese salón tomando té con sus hermanos.

Thanatos asintió de acuerdo, sentía un miedo que no podía describirlo y presentía que las cosas iban a ponerse mal muy pronto. Los dos estaban metidos en sus pensamientos hasta que se sintieron extraños, Magia estaba demasiado callada para ser algo bueno.

-¿Magia?- cuestionó Thanatos buscando a su hermana.

Los dos se quedaron petrificados cuando la vieron en una esquina amarrada con unas cadenas que reconocían. Magia se removió haciendo la señal a sus hermanos para que escaparan, los soldados de Bellum habían entrado sigilosos para atraparlos.

-¡Magia!- exclamó Destino levantándose.

Thanatos apareció su guadaña para defenderse y proteger a sus hermanas, Destino apareció su espada mientras temblaba, esos soldados eran poderosos mucho más que ellos.

-Dioses Via Mors et Virtus, quedan arrestados en nombre de los tres grandes por converger con el enemigo- sentenció un soldado haciendo una señal para que los atraparan.

Thanatos no duró mucho en la batalla y vio con impotencia como atrapaban a su hermana, la inconsciencia lo arrastro cuando le lanzaron un polvo extraño. Sabía que iban a parar a Aeternum Carcerem y que si las cosas empeoraban el panorama no sería alentador.

El soldado hizo una seña para que se los llevarán, luego volvió a dejar libre el salón para que no vieran nada extraño, no debían alertar al enemigo de su próximo ataque.

Los dioses fueron arrestados, solo faltaban los Osseus y atacarían con libertad.

Xxxx

Tom alzó su mirada extrañado, sintió algo en el aire hace unos segundos pero no podia pensar sobre la razón. Volvió a prestarle atención a Micaela cuando le mostró un papel de la pila que tenia, ya que le había vuelto a pedir ayuda sobre su papeleo.

Con un sentimiento amargo decidió ignorar eso, no podía ser algo malo, ¿no?

Xxxx

-Listo, señor- el soldado se arrodillo frente al General dejando los cuerpos de esos tres dioses traidores a un lado.

-Bien, debemos buscar al General Atila- ordenó Gabriel haciendo una seña al campamento.

Gellert sonrió al ver lo que habían avanzado, podía deshacerse de esos molestos muy pronto.

Gabriel comenzó a sacar la esfera de sus ropas al habérsela pedido a sus señores, estos les concedieron el permiso a pesar que Bellum aún no aparecía. Un soldado le aviso que a trescientos metros en el bosque se encontraba Atila con sus soldados, al parecer estaban jugando a algo raro.

Algo patético a su parecer.

Xxxx

Atila veía a los suyos correr por todos los lugares en ese claro, habían salido un rato para que se transformarán a su gusto ya que no podía asegurar que los demás no iban a exaltarse al ver esqueletos caminar y jugar por el jardín.

Su único ojo captó movimiento a los lados y sin más preámbulos se transformó en su armadura. Miró más allá sintiendo algo extraño en el aire, no se relajo ni aunque hubiera desaparecido momentos después. Estaban siendo acechados y era algo que no le gustaba para nada, debía sacar el peligro para mantener a salvo a su Emperatriz y príncipes, el Emperador era poderoso por lo que no se preocuparon mucho.

-Hola, Gran General Atila- escucho que decían cerca del árbol en donde estaba.

Abrió su ojo al reconocer la fastidiosa voz, ¡Era Gabriel! Se alejo siendo respaldado por sus soldados, le tenían un especial odio a esos tipos ya que no dejaban de burlarse por su situación de prisioneros al ser los más fuertes del universo.