Jasper:
—Aquí esta lo que nos pidió señor y preparamos la ambulancia en caso de que necesite llevarla al hospital — dijo uno de mis hombres.
—Bien, esperen abajo— le dije y él asintió para marcharse con su compañero.
Camine haca mi habitación y vi a Ginger temblando debajo de sus mantas y sentí un enorme dolor en mi pecho al verla de aquella manera, habían pasado 9 años desde que mi madre murió y desde entonces mi hermana había sido mi responsabilidad, la diagnosticaron a los 2 años poco después de la muerte de mi madre cuando tuvo su primera crisis, una de las niñeras la dejó mucho tiempo descubierta después de haberla bañado y todo lo malo comenzó, los dolores golpearon su pequeño cuerpo aquella vez, estaba pálida y casi moría, desde entomces la había cuidado tanto para no verla sufrir eso de nuevo, pero aveces incluso cuando hacía ejercicio esto pasaba, ella solo quería una vida normal y yo no podía darle lo que se merecía.
—¡Jasper! — volví a la realidad cuando Alexa me llamó —Dame el tanque de oxígeno necesito conectarla —
—¿Qué tiene? — le pregunté preocupado.
—Solo está agotada, es difícil respirar y soportar el dolor a la vez, dejaremos que el dolor disminuya un poco con el medicamento y la llevaremos al hospital par que le hagan una transfusión de sangre — me dijo y yo acepte.
—No me gusta el hospital — Ginger posó en mis sus ojos azules que se critalizaban por las lágrimas.
—Gigi, tenemos que hacerlo sabes que eso te ayudará, es por tu bien — dije cuando me agache delante suyo y pose mi frente sobre la suya.
—Perdón— lloro un poco más fuerte.
—No pasa nada, no es tú culpa, debí estar aquí perdóname tú a mi — acaricie su cabeza hasta que el medicamento la hizo dormir.
—Dejemos que pase la lluvia y llevemosla, el cambio de temperatura ahora puede ser malo para ella — me explico Alexa.
—Claro— dije sin dejar de acariciar el cabello de mi pequeña hermana.
—¿Sabes que esto tiene cura no? — me dijo por lo bajo y yo negué.
—Es peligroso — sabía que ella tenía razón pero no podía decirle la verdad.
—Hoy en día en un hospital con equipo médico de primera y los mejores cuidados no representa un gran peligro, el trasplante de células madre de médula osea de sangre periférica— me dijo mientras se sentaba juntos a mi en el suelo al lado de la cama.
—Lo sé Alexa, creeme que lo sé — deje escapar un suspiro —Lo intente desde que la diagnosticaron, no soy un donador viable —
—¿Su madre? — me dijo y negué.
—Podríamos buscar, pagarle a alguien o decirle a su pa... — la interrumpí.
—No Alexa, no se que te haya dicho Ginger, pero no—
—Los ojos de tu madre eran cafés, tú mismo me lo dijiste, dijiste que lo único en que te parecías con ella era el color de tu cabello y la forma de tus labios —
—Alexa basta... —
—Ella no es tú hija, es idéntica a ti en todos los sentidos y su edad no concuerda —
—Vete por favor — la detuve antes de que siguiera.
—Debe ser hija de... — cubrí su boca y la saque cargando de la habitación.
—Te dije que te callaras, ella cree que su padre también está muerto y no vendrás tú aquí 10 años después a decirle que no es cierto, que es producto de una aventura de una sola noche que su adorada madre tuvo con un hombre casado, la destruiría saberlo — empuje a Alexa contra la pared.
—¿Cómo te destruyó a ti? — dijo sin oponer resistencia a mi agarre —Por lo menos sabes la verdad, puedes decidir si quieres o no alejarte de ellos, dale eso a ella—
—No tienes derecho a opinar en esto — dije enfadado.
—Tienes razón pero como doctora debo decirte que existe una alta probabilidad de que Dimitry o Zading si no es que incluso tu padre sean compatibles, le darías una mejor calidad de vida, hoy vi sufrir a una niña de 10 años un dolor inimaginable que no debería volver a sufrir si se realizará el trasplante —
—Seguro crees que soy egoísta, pero no es así Alexa, amo a mi hermana con mi vida, pero jamás voy a olvidar la primera vez que entre a la casa de Resse, mi madre ya había muerto y yo estaba solo con mi hermana de un año mientras que ahí delante mío estaba el responsable de eso con su esposa y un pequeño de 9 años en sus brazos fingiendo que eran una familia perfecta cuando yo sabía que él era un maldito infiel, ese día le iba a hechar en cara que nos abandono a mi y a mi hermana y destruiría su máscara delante de toda su familia pero Zading corrió a mis brazos y me llamó hermano mayor y me dijo que no importaba que no tuviéramos a la misma mamá que para él yo era su hermano al igual que Dimitry, jamás en mi vida había sentido tanta calidez hasta ese momento, no podía destruir la felicidad de ese pequeño— comencé a llorar y ella me abrazo.
Vi que mis manos habían dejado marcas en sus ante brazos y me sentí como un verdadero imbécil, me abrace con fuerza a ella y solo dejé salir todo eso que llevaba años sintiendo, esa frustración, ese dolor, la impotencia y me sentí como un niño indefenso delante suyo, como el día en que me dijeron que mi madre no volvería a casa, el día en que vi como enterraban su cuerpo, cuando quede al cuidado del abuelo que me torturó y sometió para que me volviese un hombre incapaz de fallar, sin embargo había fallado, le había fallado a la única persona que dependía totalmente de mi, y no sólo eso si no que le había negado la familia que ella merecía, la que yo jamás tuve, la había mantenido oculta dentro de este lugar durante años obligándola a vivir lejos de la vista de otros y todo por mi insesante miedo de perderla.
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Con amor Valeria Juárez ❤️
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La Princesa.
Novela JuvenilAlexa es una de las herederas de la mafia y tras disfrutar de una niñez sin preocupaciones al entrar a la Universidad conoce a la persona que cambiara todo su mundo con un terrible secreto acerca de su madre y su familia.