La Princesa.

Juego De Niños

Mila:

—¿Estás lista? — escucha la voz de Patrick detrás mío.

—Lo estoy — dije girandome para verlo sentado en mi ventana.

—Ponte esto — me dio un arnés y cuando lo coloque me engancho para bajarme.

Una vez se aseguró de que estaba en el suelo bajo él de un salto, y desactivo el sistema que sostenía la cuerda por la cual bajamos, me miró mal una vez guardo todo y sabía lo que estaba pensando.

—Era el ciarto más grande y tenía 5 cuando lo elegí —

—Una peridad de tiempo tener que subir hasta el último piso por la ventana — rodó los ojos.

Salimos de los terrenos de mi familia y sobre la carretera estaba la camioneta de Patrick, me hizo subir y nos dirigimos a la casa de aquella mujer, recorrí el camino que mi hermano y Adria recorrieron el último día que la vimos y me sentí vacía por dentro, ví que al pasar por el sitio donde aún se veían las marcas de las llantas que derraparon el día que se la llevaron Patrick apretó las manos contra el volante.

—Es ahí — señale el sitio viendo que era la dirección que Bruno me dio.

—Sin importar que, no me dejes matarlos, no aún — me dijo Patrick antes de bajar.

Entramos por la parte trasera y en el piso de arriba había dos luces prendidas, entramos sigilosamente a la planta baja, examinamos el lugar y vimos que no había nadie, al subir se escuchaban voces que venían de la habitación del fondo.

—Solo son ellos dos, en la casa no hay nadie más — me aseguro Patrick.

—Vayamos entonces — dije caminando a la puerta y esta se abrió dejándonos ver a una mujer que tenía rasgos similares a la tuca Cata.

—¿Quiénes son ustedes? — dijo a la defensiva.

—Esa no es la pregunta que debería estar haciendo — dijo Patrick mientras caminaba a ella.

—¿Qué es lo que quieren? — dijo un joven.

—Acertaste — Patrick le sonrió —Quiero que tu madre me diga, ¿a quién mierda le aviso que mi hermana estuvo aquí? —

—No sé de qué habla— dijo la mujer mientras el joven llevaba su mano a su espalda.

—Te recomiendo que dejes tus manos donde pueda verlas o tendré que cortartelas — le dijo Patrick.

—Adria estuvo aquí hace unos días y se la llevaron después de que salió de su casa, usted los alertó — dije y ella negó.

—Al igual que ustedes era una muchacha insolente, incluso se atrevió a amanezarme pero no deja de ser la hija de Ethan no haría eso — su tono de vos era bastante serio.

—Sí claro, vaya a otro con esa mierda, si no quiere ver la sangre de sj hijo manchando las paredes será mejor que comience a hablar — dijo Patrick apuntando al joven.

—Ustedes y sus malditos juegos de niños, tu hermana también amenazó con quitarle la vida a mi hijo y dime ¿dónde está ella ahora? — dijo la mujer en un tono más severo.

—¿Cómo se atreve? — vi la mano de Patrick tensarse y apuntar a la mujer, corto cartucho y estaba listo para disparar.

—¡Fui yo! — grito aquel joven al ver a su madre en peligro —Yo llame a los que fueron tras tu hermana, mi madre no sabe nada —

—Por su bien dime todo lo que sabes y quizá solo te mate a ti y perdone su vida — le dijo Patrick y yo sabía que hablaba en serio.

—Promete que la dejarás ir — le pidió.